Hoy traemos una receta de esas ricas, un lomo a la andaluza para chuparse los dedos. Hay distintas formas de cocinar el limo bajo la etiqueta andaluza, pero esta receta es la que más he visto en mi casa bajo este nombre, y sinceramente, yo me quedo con esta. Jeje.
La característica principal de este plato, es el adobo, La carne y el pescado eran difíciles de conservar en la antigüedad. El frío facilita la conservación de los alimentos, pero a veces los climas no proporcionan estas bajas temperaturas ideales para la conservación y resulta necesario aplicar otras técnicas como el adobo. Las técnicas de sacrificio de animales se suelen realizar en los meses más fríos del invierno y tras ellas existe un excedente de carne que resulta necesario conservar. Es en estos casos cuando se aplican los adobos con la presencia de pimentón (elemento con propiedades antibacterianas). El pimentón proporciona un color rojizo a los adobos, pero al mismo tiempo los capsacinoides permiten disolver las grasas hasta el punto de permitir su penetración en los tejidos, yendo más profundo que la superficie.
Comenzamos con la receta.
Receta para cuatro personas
Duracion: 40 minutos
Ingredientes:
Tres solomillos de cerdo
1/2 cucharada de mimenton
1/2 cucharada de romero
1/2 cucharada de perejil picado
1/2 cucharada de ajo picado
1/1 vaso de vino blanco de montilla
1 bote de pimientos rojos en tiras
1 Bote de aceitunas negras sin hueso
Aceite de oliva virgen
sal
Cómo lo hacemos…
Lo primero que vamos a hacer es cortar el solomillo de cerdo en tacos de unos 5 cm cada uno. En un bol de cristal, colocamos los tacos de lomo, y agregamos, el pimentón, el perejil, el ajo , el romero, la sal, un poco de vinagre. Mezclamos muy bien, tapamos y dejamos macerar al menos un par de horas. Cuanto más tiempo lo dejemos macerar, mas sabor tendrá luego.
Pasado ese tiempo, en una olla honda, ponemos un poco de aceite de oliva, cuando este esté caliente, incorporamos la carne y sellamos. Pasado un par de minutos, incorporamos los pimientos rojos en tiras y medio vaso de vino blando de montilla. Dejamos cocer unos cinco minutos más. Mientas tanto, pelamos un par de patatas y las freímos.
Finalmente, incorporamos las aceitunas negras.
En una cazuela de barro, ponemos las patatas fritas con un poco de sal, y encima de estas la carne guisada.
En uno de los platos más buenos que hemos cocinado, muy fácil de hacer, y sobre todo, una receta de toda la vida.
¡¡¡HASTA LA SIGUIENTE RECETA!!!