Muchas ocasiones nos pedís recetas de postres que no contengan azúcar, es decir, que se realicen sustituyendo éste por edulcorantes que cumplen la misma función, pero que aportan menos calorías, por lo que para dietas de reducción de peso son una excelente opción y son aptos para diabéticos, puesto que no inciden en los niveles de azúcar en sangre.
Imagen: ElMundo.es
Estos edulcorantes son aditivos alimentarios con un poder endulzante mucho mayor que el del azúcar, por lo que las cantidades a usar de estos deben ser mucho menores. La ingesta diaria recomendada y que se considera sin peligro para la salud suele estar bastante delimitada, situándose en unos 12 comprimidos como máximo (el formato más general), que equivale a unos 5mg por kilo de peso, medida que habría que tener en cuenta si se usa en otros formatos como en gotas o en polvo. Estas medidas se usan, generalmente para la sacarina, el edulcorante más universal y usado durante décadas, y que endulza unas 300 veces más que el azúcar, pero debe tenerse en cuenta las cantidades recomendadas de otros edulcorantes que cada vez son más famosos:
- Aspartamo: es el edulcorante más usado después de la sacarina, y el que se utiliza, por ejemplo, en los refrescos light. Su poder endulzante es menor que el de la sacarina, unas 200 veces más que el azúcar, es inodoro y su formato es el polvo. Este edulcorante ha sido durante años bastante cuestionado puesto que se asociaba su consumo al desarrollo e problemas de salud, pero diversas investigaciones siguen intentando demostrar que el consumo de 40mg por kilo de peso no produce ningún efecto negativo.
- Ciclamato: junto con el Aspartamo es el que más debate ha generado en cuanto a su negativa incidencia en la salud, aunque no existe un acuerdo general sobre si es perjudicial o no su consumo. Su poder endulzante es 30 veces más que el del azúcar y es el edulcorante con el sabor más agrio, por lo que hay quien lo usa combinado con sacarina para evitar el exceso de dulzor generado por ésta.
Imagen: Estampas.com
- Estevia o Stevia: se obtiene de una planta amazónica con el mismo nombre y está considerado, por ello, un edulcorante natural. Su poder endulzante es 200 veces superior al del azúcar y se recomienda consultar con el médico sobre la cantidad a consumir, puesto que aún no está fijada, pero sí se sabe que es un fabuloso regulador de la glucosa en sangre.
- Sucralosa o Splenda: es considerado el mejor y menos cuestionado por organizaciones sanitarias. Su poder endulzante es abrumador, unas 600 veces más que el azúcar, por lo que se tiene que usar una cantidad muy pequeña para conseguir el mismo efecto endulzante. Proviene del mismo azúcar y, por ello, parece que su sabor es menos agrio que otros edulcorantes.
- Otros: Acesulfamo (usado, sobre todo, en repostería por soportar muy bien altas temperaturas), la Tagatosa (edulcorante natural obtenido de la lactosa), Maltitol, Xilitol y Xorbitol (el que se usa en caramelos y chicles sin azúcar), etc.
¿Los conocías a todos? ¿Sueles usar edulcorantes en algunas recetas?
Fuentes: facilisimo.com, Saber Vivir, Milksci.unizar.es, Estampas.com y Elmundo.es
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