La primera vez que mi cuñado Juanfran hizo pestiños fue con su abuela Catalina a la edad de 7 años y después lo siguió haciendo con su madre. Y no los ha vuelto a hacer hasta ahora, pero es unas de esas recetas que se te quedan grabadas en la mente.
Los ingredientes para una bandeja son:
Para la masa:
550 g de harina
200 ml de aceite de oliva virgen extra
100 ml de vino
1 naranja
2 cucharadas de matalauva
1 cucharada de ajonjolí
1 cucharadita de sal
Otros ingredientes:
Aceite para freír
1 taza de azúcar
1/2 taza de canela
La matalauva también la encontraréis en el mercado como anís en grano, una de las especias que no faltaban en las cocinas de nuestra abuelas.
El ajonjolí también lo podemos encontrar en el mercado como sésamo. Esta especia tiene muchos beneficios de los que ya os hablé en este post.
Yo suelo utilizar aceite de girasol para freírlos.
Preparación:
Quitamos la piel de de la naranja, pero solo la mitad. Yo lo suelo hacer con ayuda de un pelador y en forma de tiras.
En un cazo calentamos el aceite a temperatura media. Cuando esté caliente se echa el sésamo, la matalauva y la cáscara de media naranja y se aparta del fuego para que la cáscara de naranja no se queme. Se deja infusionar.
Mientras el aceite está infusionando, exprimimos el zumo de la naranja. En esta tarea nos puede ayudar los más pequeños.
Ahora quitamos la piel de la naranja del cazo.
En un bol echamos la harina, la sal, el aceite infusionado sin la piel de la naranja y removemos.
Incorporamos el vino y el zumo de naranja y mezclamos.
Amasamos la mezcla con las manos.
Dejamos reposar, para ello lo tapamos con papel film sin que quede aire.
La masa va a tener mejor sabor si se prepara un día antes y se guarda en el frigorífico. Si lo hacemos así, tendremos que sacarla media hora antes de ponernos a trabajarla.
Ahora los más pequeños de la casa también nos pueden a ayudar. Hacemos unas bolas con la masa. Luego cogemos una bola y la extendemos sobre la superficie de trabajo con la ayuda de un rodillo.
Cuando la masa está muy fina, la cortamos en cuadrícula.
Cogemos un rombo por dos esquinas opuestas y lo giramos. Y así con todos los trozos de masa.
Cuando hemos terminado con la masa, preparamos los ingredientes y utensilios para terminar los pestiños. En un plato hondo echamos el azúcar y la canela y lo mezclamos.
En una olla grande o perol echamos aceite de girasol y la ponemos al fuego. Una vez el aceite está caliente freímos los trozos de masa.
Aún calientes, los pasamos por por la mezcla de azúcar.
Presentación:
Para servirlos los colocamos en una fuente o bandeja y listos para ponerlos en el centro de la mesa y a merendar.
El aroma matalauva, sésamo y canela me transporta a mi infancia, a esas tardes en casa de mi abuela en Adamuz. Mi abuela con una bandeja enorme llena de estos deliciosos dulces y repartiendo a todos los que allí estábamos, rodeándola hipnotizados por el aroma que desprendían. Unos momentos muy felices.
Bon appétit!!!