Si tengo que elegir, yo prefiero el café y cuanto más cargadito mejor. Vamos que lo del café americano no me va mucho.
Por lo general las infusiones tampoco, me recuerdan a mis años de la infancia, cuando era pequeña y mi madre me preparaba aquellas manzanillas reconstituyentes que "sentaban el estómago" y a mi más bien me lo revolvían...
Pero hoy es diferente. Hoy hablamos de té, que es el ingrediente elegido por Mª José del blog Sucreries Passions para preparar el Reto "Alfabeto Dulce" de Junio y dar la bienvenida al verano.
No creáis, que a veces me da envidia ver, cómo disfrutan algunas de mis amigas eligiendo en la carta de un restaurante o cafetería, entre la gran variedad de tés que existen actualmente y yo, siempre pido lo mismo: café con leche largo de café.
Además me encantan los juegos de té, bueno, y los de café también. Todo lo relacionado con el ritual de cómo y dónde servirlo. Los platos, las tazas de porcelana inglesa, los pies de postre, los cake stands, las teteras y las cafeteras, incluso las bandejas y los manteles antiguos con bordados, entredoses y puntillas. Es que, donde esté una mesa bien vestida...
Creo que me estoy yendo por las ramas, porque de lo que se supone que os tenía que hablar es de la receta que he preparado para la ocasión. Ah, también deciros que con el té me pasa algo parecido como con la miel, que si los tengo que tomar así solos, no me gustan mucho, pero como ingredientes integrantes de algún postre, me encantan ambos.
Por eso hoy me he decidido a utilizar el té para hacer estos "pequeños bocaditos" que son ideales para acompañar ese momento, el momento del té, valga la redundancia. Os hablo de unas madeleines o mini magdalenas francesas en forma de concha.
Me parecen monísimas y con un tamaño muy práctico: puedes tomarte una y te quitas el gusanillo o puedes tomarte la fuente entera porque también os digo que una vez que empiezas, son un no parar.
Con estas cantidades me salieron 18 unidades clavadas y no sobró ni una gota de masa.
Ingredientes (18 unidades)
Para las madeleines
2 bolsitas de té (al limón)
60 gr. de mantequilla
2 huevos tamaño L
70 gr. de azúcar
70 gr. de harina
1 cucharada de ralladura de limón
Azúcar glacé (para espolvorear)
Para el glaseado (opcional)
1/3 de taza de zumo de limón
1/4 de taza de azúcar glacé
Elaboración
Precalentamos el horno a 180º C. Engrasamos los moldes de las madeleines con mantequilla derretida y la ayuda de un pincel.
Derretimos la mantequilla en el microondas y la infusionamos con las bolsitas de té durante media hora. Retiramos las bolsitas de té y reservamos la mantequilla.
Con una batidora de brazo, batimos los huevos hasta que tripliquen su volumen y blanqueen. A continuación añadimos poco a poco el azúcar y seguimos batiendo durante unos 5 minutos más.
Añadimos la harina y la ralladura de limón y mezclamos bien con ayuda de una espátula. Vertemos la mantequilla derretida en la masa y mezclamos bien hasta que la crema sea homogénea.
Dejamos reposar la mezcla durante 20 minutos, esto hará que la masa de las madelaines quede un poco más densa.
Vertemos la mezcla en los moldes con ayuda de una cuchara y horneamos unos 15 minutos o hasta que se empiecen a dorar por los bordes y estén cocidas.
Dejamos en el molde 10 minutos y después desmoldamos y dejamos que se enfríen por completo sobre una rejilla.
Opcionalmente podemos preparar un glaseado de limón. Mezclamos el azúcar glacé con el zumo de limón y bañamos las madeleines con él. Dejamos que escurran el sobrante sobre la rejilla.
Os he dejado también la opción de preparar un glaseado de limón para bañar las madeleines. Yo en este caso las hice sin glaseado porque me habían invitado a cenar y las quería llevar para acompañar el café.
Se me ocurre que también podemos preparar el glaseado sustituyendo el zumo de limón por té (prepararemos una infusión con menos agua para que el sabor sea más fuerte) e ir añadiéndolo a cucharaditas y mezclándolo con el azúcar glacé, hasta que el glaseado tenga la consistencia adecuada.
También podéis preparar las madeleines con cualquier tipo de té, por ejemplo (y a mi esta opción me encantaría) con té de fresa y cortar unas cuantas fresas en trocitos muy pequeñitos e incorporarlos a la masa.
O con té de frutas del bosque y agregar grosellas... Ummmmmm, se me está haciendo la boca agua sólo de pensarlo.
Bueno, pues a ver qué recetas habéis preparado, que quiero ver cuánto va a dar de sí este mes el ingrediente.
Nos vemos para tomar el "té de las doce".