Y es que acercarse a mí por la mañana, sin dar tiempo a la cafeína a hacer efecto es, más que ninguna otra cosa, osado. Me levanto por costumbre media hora antes que el resto de mi familia, sólo para poder disfrutar de un momento a solas con mi monstruosidad...
Pero todo cambia con una simple magdalena...
Estos pequeños bizcochitos tienen un origen incierto, aunque están asociados tanto a Francia como a España. En Francia suelen tener la forma de una concha y en España se suelen hornear en cápsulas de papel redondas o cuadradas.
Una de las leyendas que se cuentan, que será verdad o mentira, pero que ha sido la que a mí me ha gustado más, asocia las magdalenas al Camino de Santiago. Cuenta la historia que una muchacha llamada Magdalena o Madeleine (vaya usted a saber si la muchacha era española o francesa) ofrecía a los peregrinos unos pequeños bizcochitos en forma de concha (tan apropiado, ya que la concha de vieira es uno de los símbolos de los que peregrinan a Santiago). Pronto comenzaron a popularizarse y a extenderse por otras posadas y pueblos que se situaban a lo largo del camino, convirtiéndose en un invitado habitual en desayunos y meriendas.
Sea como fuere, las magdalenas, estos pequeños bizcochitos son realmente sencillos de preparar. Hay multitud de variedades aunque habitualmente llevan siempre ingredientes sencillos, de los que encontramos en cualquier despensa. Las magdalenas de hoy llevan trocitos de chocolate y resultan muy jugosas, aunque también os recomiendo echar un vistazo a estas otras magdalenas con almendra picada. Ambas son amor del bueno.
Magdalenas {con chips de chocolate}
Ingredientes:
390 g de harina.
2 1/2 cucharaditas de levadura química.
1/4 cucharadita de bicarbonato sódico.
1/2 cucharadita de sal.
75 g de mantequilla {a temperatura ambiente}.
4 cucharadas de aceite de girasol.
265 g de azúcar.
2 huevos.
1 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla.
175 ml de leche.
125 g de nata (crema de leche) líquida para montar.
1 cucharada de zumo de limón.
100 g + 50 g de chips de chocolate.
cápsulas de papel para magdalenas.
Preparación:
1. Precalentamos el horno a 200ºC. Colocamos las cápsulas de papel sobre unas bandejas de horno.
2. En un bol, mezclamos, con ayuda de las varillas, la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Reservamos.
3. En otro bol, batimos la mantequilla, 1 cucharada de aceite de girasol y el azúcar hasta que esté pálido y esponjoso, con textura como de helado. Entonces, añadimos las otras 3 cucharadas de aceite y seguimos batiendo.
4. Añadimos los huevos, uno a uno, incorporando muy bien uno antes de añadir el siguiente. Con el segundo huevo añadimos también el extracto de vainilla.
5. En una tacita mezclamos la nata (crema de leche) líquida con el zumo de limón. Removemos con una cucharita hasta que espese. Esta mezcla es el sustituto casero para eso que en las recetas extranjeras llaman "sour cream" o crema agria.
6. Mezclamos esta nata (crema de leche) con limón con la leche.
7. Incorporamos a la masa 1/3 de la mezcla de leche y nata (crema de leche), mezclamos bien y añadimos 1/3 de la mezcla de harina. Vamos alternando ambos ingredientes hasta haber incorporado la totalidad de ambos.
8. Finalmente, añadimos 100 g de chips de chocolate y removemos. Repartimos la masa en las cápsulas de papel, llenándolas hasta los 2/3 de su capacidad. Decoramos por encima con los 50 g de chips de chocolate restantes.
9. Horneamos a 200ºC durante unos 15 minutos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frías las magdalenas, las guardamos en un recipiente hermético para conservarlas durante más tiempo.