Ingredientes
3 huevos.
250 ml. de leche.
250 ml. de aceite de oliva suave.
250 gr. de azúcar.
2 gaseosas (2 sobres blancos y 2 sobres morados, yo los compro en Mercadona)
375 gr. de harina.
Una pizca de sal.
Ralladura de limón.Preparación
En la receta, como he comentado en la introducción, os pongo una serie de consejos en letra subrayada que os ayudarán a obtener un copete perfecto. Si las queréis hacer sin copete porque no os atrevéis, simplemente obviarlos, pero os aseguro que sale tal como se vé en la foto.
El bol en el que vayamos a trabajar no debe estar frío. Lo pondremos un rato con agua caliente. Cuando vayamos a empezar, tiramos el agua, secamos y vertemos en él los ingredientes.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que tripliquen más o menos su volumen. A continuación, añadimos la leche y después un chorrito fino de aceite.
Una vez que esté todo bien mezclado, iremos añadiendo la harina (que habremos tamizado previamente con la sal) poco a poco. Añadimos los papelitos gaseosos y continuamos batiendo. Finalmente, añadimos la ralladura de limón.
Dejaremos que la masa enfrie 20-30 minutos en la nevera.
Metemos los moldes de magdalenas dentro de unos moldes para muffins aptos para horno. Si no los tenemos, dentro de flaneras metálicas. Sacamos la masa de la nevera y rellenamos los moldes para magdalenas sin llegar al borde, a un dedo aproximadamente del borde. Pondremos el azúcar encima de la masa de las magdalenas para que se haga el copete.
El horno debe estar muy caliente. Precalentaremos a 250 ºC y luego bajaremos a 220ºC cuando metamos las magdalenas. Horneamos unos 10-15 minutos.
Dejar enfriar y listas para devorar.
La textura de las magdalenas
Os pongo una foto del gasificante que he utilizado por si no lo conocéis. Se compone de dos sobres unidos uno al otro. Uno es morado (bicarbonato sódico) y otro blanco (ácido tartárico). Los dos unidos potencian el sabor aumentando al mismo tiempo el volumen de la masa.