Me gustan las recetas tradicionales, como estas magdalenas, que parece que se van perdiendo con el tiempo por recetas más elaboradas y a veces lo sencillo no esta ligado con que no sea bueno o rico en este caso.Quedan suaves y muy esponjosas, mi hija dice que por fin unas magdalenas con textura de magdalenas ricas.A modo de nota: para hacerlas se utilizan unos sobres de gasificantes, se encuentran en el mercadona. Se puede hacer la masa por la noche y reservamos en la nevera cubierta con film hasta el día siguiente y si sois de las que no pueden esperar con tenerla una hora vale, así nos saldrán esponjosas y con copete.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
375 gr. harina de repostería
250 gr. de azúcar
250 ml. de leche
225 ml. aceite de girasol
3 huevos M
4 parejas de gasificantes
Ralladura de 1 limón
Pizca de sal
Para espolvorear:
Azúcar
He utilizado moldes rizados de papel para magdalenas y un molde rígido para poner las capsulas
Preparación:
Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen o hasta que hayan doblado su volumen.
Añadimos la ralladura de limón y seguimos batiendo.
Vamos añadiendo el aceite de girasol y la leche poco a poco, sin dejar de batir, en hilito a velocidad baja.
Incorporamos la harina, los sobres de gasificantes y la pizca sal, previamente tamizados, batimos lo justo para que se integre.
Dejamos reposar 1 hora o cubrimos con film y la dejamos en la nevera toda la noche.
Precalentamos el horno a 220º C calor arriba y abajo.
A la hora de utilizar nuestra masa la damos un meneo con unas varillas o espátula.
Vertemos la masa en los moldes de papel hasta llenar 3/4 partes de su capacidad.
Metemos estos moldes en los huecos de una bandeja de metal para magdalenas o muffins. También sirven las flaneras de aluminio.
Espolvoreamos la superficie de las magdalenas con un poco de azúcar.
Horneamos a 220º durante 5 minutos. A continuación bajamos a 200º y horneamos entre 15 minutos o hasta que se vean doraditas.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Que ricas!!!
FUENTE: "cocinerando"