Este es mi sextimo asalto para el reto #Asaltablogimprevisible, en esta ocasión le he robado una receta a Andrea, administradora del blog Andreita come de todo un blog que si te pasas por él, ya no puedes salir. Podéis ver la receta original en este enlace.
Andrea según se describe ella es una chica alegre, divertida y que no puede estar cruzada de brazos, algo así me pasa también a mí.
Este verano la banda de mangantes que componemos el Asaltablog no hemos querido parar, y seguimos mangando como locas.
De Andrea me he llevado estas magdalenas valencianas que mis nietos dieron buena cuenta de ellas. Un placer que tu cocina se quede en la mía.
Ingredientes:
3 huevos140 gr de azúcar
1 cucharadita de azúcar vainillado
1 paquete de acidulante y gasificante
240 gr de harina
150 mililitros de aceite de girasol
azúcar para espolvorear
Preparación:
Ponemos los huevos en un bol, y con el brazo de la batidora, comenzamos a esponjar los huevos de una manera progresiva, de menor a mayor velocidad.En un cuenco, mezclamos el azúcar granillo con el azúcar vainillado que le aporta un toque de sabor, y una vez que los huevos hayan subido le agregamos la mezcla de azúcar, y movemos hasta que estas se disuelvan.
En otro cuenco aparte, agregamos la harina y el contenido de los dos sobres. Estos sobres ayudan a que la bollería se mantenga durante mas tiempo blanda, le aporta otra humedad, otro color al finalizar el horneado, y ayuda a que las masas leven mucho más rápido.
Incorporamos al bol donde estamos amasando el aceite de girasol.
Agregamos la harina junto al gasificante tamizados.
Mezclamos todo bien con la ayuda de una lengua de cocina, hasta obtener una masa fina y homogénea.
Tapamos con film y lo guardamos en el frigorífico para que el gasificante haga efecto.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Vertemos sobre los moldes. Las magdalenas valencianas son características por cocinarse en capsulas alargadas. Llenamos los moldes hasta las 3/4 partes y los colocamos bien pegaditos unos a otros en la bandeja de horno para evitar que se abran en exceso.
Trazamos una línea de azúcar en cada cápsula, metemos al horno durante 20 minutos. Sacamos y dejamos enfriar. Una vez frías es el momento de despegarlas unas de otras si se han pegado por cocerlas muy juntas.