Una cosa que me encanta pero que no suelo cocinar es el pato. Me gusta en todos sus formatos y variedades. Entre eso y su pastelería, yo sería feliz en Francia. Pero alguna vez me doy el caprichillo y hace tiempo compré un magret de pato. Para los que no estén muy puestos, el magret es una parte de la pechuga. Más abajo veréis cómo se cocina. No es complicado, pero es importante seguir bien los pasos para que nos quede un magret en su punto, tostadito por fuera y muy jugoso por dentro
Volviendo a mi magret. En ese momento lo congelé y me olvidé de él hasta que el otro día buscando una pechuga de pollo, el magret apareció por las profundidades del cajón del congelador. Y entonces surgió una duda existencial. ¿Cómo lo preparo? Y no es por falta de ideas, sino porque se me ocurren muchas pero sólo tenía un magret. Al final decidí probar con algo nuevo y mezclé dos recetas que vi por internet. Por un lado una de Karlos Arguiñano, en la que lo prepara con plátano. En esta receta la salsa es de naranja.
Pero mi madre ha traído hace poco una botella de oporto a la frambuesa y me pareció que el pato era una carne perfecta para probarlo. Todo un acierto. El magret en su punto, mezclado con el plátano y la salsa de frambuesa es algo que los amantes del pato deberíais probar
Si no tenéis un vino a la frambuesa, podéis añadir un chorrito de vinagre de frambuesa, que es más fácil de conseguir
Ingredientes para dos personas
1 magret de pato
1 plátano
Sal y pimienta
Para la salsa
100ml de caldo de ave
100ml de oporto a la frambuesa
1 cucharada de fécula de maíz (maicena)
Sal y pimienta
Pasos
Salpimentar la pechuga. Con un cuchillo realizar cortes en forma de rombos por la parte de la grasa. Los cortes deben ser profundos pero sin llegar a la carne.
Tostar por ambos lados en una sartén sin aceite, primero por el lado de la grasa
Retirar la pechuga y casi toda la grasa que haya soltado. Dejar aproximadamente una cucharada. Agrega el vino y el caldo reservando un poquito para diluir la harina. Dejar reducir unos minutos. Agregar la harina disuelta en el caldo que habíamos reservado, volver a poner al fuego y remover bien. Dejar que espese y salpimentamos a nuestro gusto.
Ahora toca cortar la pechuga en filetes mas o menos gruesos. También pelamos el plátano en trozos alargados .
Colocamos en una bandeja de horno los filetes de pechuga intercalados con las rodajas de plátano. Horneamos de 6 a 8 minutos en el horno precalentado a 220º Cuidado con no pasarse, los filetes deben quedar jugosos por el centro. No hay nada peor que un magret demasiado hecho.
Servir acompañado con la salsa de frambuesa