Se trata de un local pequeño y acogedor (conviene llamar previamente y reservar, ya que suele estar lleno, especialmente los fines de semana), situado por la zona del Polígono de San Benito, pero con todo el encanto y decoración de un restaurante mexicano. El personal es muy atento e informado, y la verdad que disfrutamos mucho de la cena.
Disponen de varias bebidas, aunque nosotros nos decantamos por un clásico, unas ricas margaritas de limón. En cuanto a platos, había muchas opciones sin gluten, ya que gran parte de ellos son elaborados con tortillas de maíz, incluso las fritas, ya que disponen de una freidora solo para freir las tortillas de maíz. Además, para los intolerantes a la lactosa disponían de queso sin lactosa. Solo basta con informar sobre la intolerancia, y listo
Respecto a lo que pedimos en sí, vienen con una cantidad adecuada, calidad-precio está bastante bien. Tienen varios tipos de totopos (nachos, para que nos entendamos), con pollo, frijoles, pico de gallo, ternera, etc. Y del resto de la carta, todo lo que os podáis imaginar: tacos, enchiladas, flautas, burritos, etc. Todas no son sin gluten, pero muchas sí. ¡Allí os informaran de todo!
Nosotros esa noche nos decantamos por una media de nachos especial de la casa, con pico de gallo (pimiento, tomate y salsas). Seguimos con unos tacos al pastor, dos tortillas de maíz con carne de cerdo marinada en salsas, con cebolla, cilantro, piña y guarnición de arroz, frijoles y ensalada. Y por último, unas enchiladas, formadas por dos tortillas de maíz rellenas de pollo y bañada en salsa verde, también acompañadas de arroz, frijoles y ensalada. En este plato también podéis elegir carne de ternera o salsa de chile. ¡No os perdáis las fotos de nuestra experiencia en Mamalupe sin gluten!
Y hasta aquí el post. ¿Qué os ha parecido nuestra experiencia en Mamalupe sin gluten? Esperamos que os haya gustado. Nosotros tenemos pendiente volver y repetir, para probar nuevas opciones. ¡Pendiente queda!