¡Qué poco publico últimamente! Y no sabéis la rabia que me da no poder dedicar más tiempo al blog y a las redes sociales? Esta vida frenética comenzó hace mes y medio y me lo tomé con la mayor ilusión del mundo, después de estos últimos tres años dedicada casi en exclusiva a mi pequeña princesita una necesitaba ¡algo de actividad!
Así que después de unas cuantas entrevistas frustradas y de la frase "año nuevo, vida nueva"? Ahora dedico mi tiempo a ayudar a mi marido, que está hasta arriba de trabajo!!! ¿¿Tiene algo que ver con mi formación académica?? Jajajaja, pues la verdad es que no, nada que ver, pero tener una ocupación en estos momentos era mi prioridad así que puedo dar gracias por la oportunidad que me brindan ;) Y bueno, estoy aprendiendo algunas cosas que me vienen fenomenal!!!
Este mes el reto de tía Alia en su vertiente dulce nos invitaba a preparar un postre fácil y de temporada. He seguido al pie de la letra su receta a excepción de la sustitución de las naranjas por mandarinas.
Nada más leer la receta lo primero que me vino a la mente fueron aquellas naranjitas o limones con caramelos en forma de gajos que se envolvían en papel celofán con un lacito verde que nos compraban de pequeños, ¿los recordáis? Me encantaban? De ahí la presentación que hoy os traigo de este dulce. Si os gusta el caramelo, ¡os va a encantar!
Receta mandarinas acarameladas:
Ingredientes:
· 300 gramos de azúcar
· Dos mandarinas (o la cantidad que queráis)
· Palitos para introducir los gajos en el caramelo
Paso a paso:
1. Primero y más importante, el caramelo tiene cierto peligro, alcanza temperaturas muy elevadas y provoca quemaduras dolorosas. No es una receta que podamos hacer con niños
2. Hecha la advertencia, lo primero es pinchar los gajos de mandarina en unos palitos y reservar (de esta manera una vez hecho el caramelo podemos actuar rápido antes de que endurezca). Pintamos con unas gotitas de aceite una pequeña superficie de la encimera (limpia, obvio) para ir depositando sobre ella los caramelitos recién hechos para que no se peguen
3. Ahora ya podemos preparar el caramelo, para ello derretimos el azúcar (sin prisa) en un cazo hasta que tenga un color ámbar, entonces apartamos del fuego y vamos mojando nuestros gajos de mandarina, los depositamos sobre la superficie que antes preparamos
4. Dejamos enfriar, el caramelo endurecerá y estarán listos nuestros gajos de mandarina acaramelados
¡Así de fácil! ¿Mi opinión? Pues que prefiero comerme la mandarina sin caramelo, ¿para qué nos vamos a engañar? Pero reconozco que la presentación me llamaba tanto tanto la atención que me vi obligada a preparar esta receta sólo para fotografiarla, jajajaja!!! Ha sido original y divertida.
¡Besos a tutiplén!