Aquí estamos de nuevo con otra historia de #MaternidadConAlergias como siempre mil gracias por compartir con el resto de familias, si te animas a compartir la tuya escríbeme por e-mail a sintrazasdeleche@gmail.com
"Reconozco que con miedo supersticioso, comparto esta publicación. Agradecidos, nos desechamos de esta tanda de inyectables de adrenalina, caducados, sin usar, por suerte. No es un canto a la victoria, pues nos queda mucho caminar por delante, ya preparados con nuevas cargas y esperanzas de no tener que usarlas, al igual que las anteriores.
Hace ya casi un año, que sin quererlo, ni imaginarlo, ni esperarlo, entramos en esa cueva oscura, misteriosa y aterradora, de golpe, sin aviso. En el mejor de los escenarios, en el punto más accesible por los servicios médicos, conseguimos superar el primer reto al que nos enfrentamos, la anafilaxia.
Entonces, apareció un intruso en nuestra familia, un ser despreciable, indeseable y asqueroso al que rechazábamos con nuestras fuerzas, un monstruo horrible y aterrador que nos acompañaba en cada instante de nuestro día, el miedo, una carga insoportable. Una carga pesada que estaba cuando estábamos con ella, pero que pesaba el doble cuando no estábamos a su lado. La paradoja en esta historia, una niña tan pequeña acompañada de algo tan grande, que a muchos les asusta, normal.
Con trabajo, compañía, mucho expresar y ser escuchados, lo que fue un horrible monstruo pasó a ser un integrante más de la familia, que además dejó de ser tan horripilante a nuestros ojos, simplemente era como era, y además a veces se va y no regresa, y lo que era una auténtica pesadilla se convirtió, en una realidad, más allá del juicio y la evitación.
A pesar de no haberlo elegido, y no lo elegiría, a esta historia le debemos aprendizajes, y sí, ha habido muchos y los habrá. Y agradecimientos, a los que han estado delicadamente atentos a los riesgos poniendo soluciones, siendo flexibles y haciéndonos el espacio más seguro e integrador posible, incluso. Gracias, gracias. Estos gestos no son solo una fiesta sin alérgenos, sino gestos que van más allá, más profundo, más empático, más HUMANO.
Y ahora, siento una misión, que además invito a que la sea incluso de los que tenéis la suerte de no vivirlo. Difundir y proteger.
1. Enséñale a tus hijos lo que son las alergias, enséñale que hay alimentos peligrosos para los niños alérgicos y que no deben compartir sus alimentos con ellos.
2. Ayuda a que las personas alérgicas se sientan integradas en las fiestas! (Pregunta sobre alimentos que pueda tomar y ofréceles alguna alternativa. El niño y los padres te lo agradecerán, y además siempre hay opciones al alcance!)
3. No ofrezcas jamás alimentos a un niño sin consentimiento de sus padres (Una persona con alergia puede morir por exponerse al alérgeno)
4. Si quieres celebrar el cumple de tu hijo en el colegio, lleva obsequios que no sean comestibles, una libreta, una plastilina, colores, una caretaNo lleves comida que pueda resultar en algo fatal para el niño alérgico o que obligue a los profesores a apartar al niño alérgico del grupo.
5. Apoya a los padres de niños con alergias, es un camino difícil, pero tu compañía les ayudará
POR MÁS CONCIENCIA SOCIAL DE LAS ALERGIAS Y EN LOS COLEGIOS. AYUDA A DIFUNDIR"
Maica