Esta semana os traigo esta receta que hice ya casi un mes, ya que no la he podido poner antes. Vale la pena hacerla, es un dulce que hecho en casa gana mucho en sabor y textura. Es la primera vez que lo hago, mi tía Charo trajo a mi madre bastantes membrillos, así que me traje unos cuantos e hice la receta como ella me dijo, y quedo genial, mejor de lo que me esperaba, ya que a mi el membrillo no me va mucho. Lo encuentro muy dulce y la textura que tiene no es de mi agrado, pero se nota la diferencia hecho en casa, la verdad es que me gusto mucho, no quedo tan dulce y el sabor es mucho mas bueno que el comprado y además es muy sencillo de hacer.
Animaros a probarlo, vale la pena.
Ingredientes:
1 kilo de membrillo ( cortado y limpio)
750 gramos de azúcar
Preparación:
Primero lo que haremos es limpiar muy bien la piel de los membrillos, yo lo hice con un cepillo, para quitar el pelillo que tiene en la piel.
Una vez limpio lo trocearemos y le quitaremos el centro, la piel no se la quitaremos, lo pesaremos yo en esta receta he puesto 1 kilo ya limpio.
Lo pondremos en una olla o cazuela y echaremos el azúcar.
Lo removeremos bien, para que quede bien mezclado.
Lo dejaremos reposar tapado con un trapo fino, unas doce horas. Pasado este tiempo quedo así.
Soltó su jugo y se mezclo con el azúcar. Ahora, ya lo pondremos al fuego no muy alto y lo dejaremos hasta que esté bien blandito. Yo lo tuve 1 hora, lo iremos removiendo para que no se pegue, si veis que se queda seco echáis un poco de agua.
Quedará de un tono más tostado y blandito, entonces es que estará listo.
Cuando esté listo lo trituraremos.
Quedará así.
Lo dejamos templar un poco y lo pondremos en moldes pequeños o en uno grande.
Lo meteremos en la nevera hasta que se enfríe. Y este es el resultado.
Lo podéis tener varios meses en la nevera.
Si hacéis mas cantidad podéis congelarlo.
A que se ve genial!!! Vale la pena probarlo.
Espero que os haya gustado. Que paséis una feliz semana.
Besos
MONTSE