Este año encontré en la frutería unos membrillos estupendos... la verdad es que desconocía su preparación y más por curiosidad que por comer el membrillo me compré dos piezas. Para el primer intento solo necesité una de ellas.. eran de buen tamaño. Sin duda el resultado fue estupendo... tanto en la textura como en el sabor, quedó realmente delicioso. Para el año repito seguro!! Lo tengo guardado en unos táperes en la nevera y por ahora se conserva de maravilla. Ya va para 3 meses... y como estaba acabando uno ya era hora de poner alguna receta sencilla con el para dejar constancia y no perder la receta.
INGREDIENTES:
MEMBRILLO 500gr
AZÚCAR 500gr
AGUA
El membrillo yo lo pesé en crudo. Una vez pelado y sin el corazón.
Para que se cocinase mejor lo corté en trozos pequeños con el cuchillo. Podéis ponerle unas gotitas de limón, canela...
PREPARACIÓN:
- Ponemos los trozos de membrillo en una cazuela con el azúcar. - Removemos bien con una cuchara de madera.
- Ponemos agua hasta cubrir los trozos. - Removemos otra vez durante el proceso.
- Se va a ir poniendo meloso y cambiará de color.
- A fuego fuerte al principio y luego bajaremos un poco la potencia.
- Hay que tener cuidado y remover con una cuchara de palo para
que no se pegue el azúcar.
- Lo dejaremos en el fuego hasta que tenga la consistencia
adecuada.
- Cuando esté listo se dejará enfriar un poco y se repartirá en
moldes de plástico con tapa.
- Se dejará enfriar por completo y lo meteremos al frigorífico 24
horas para que la consistencia sea buena.
- Podemos pasar por la batidora para que quede una textura más
fina.
- Este método resulta muy rápido de hacerse y limpio.
- Si lo hemos cocinado correctamente se conservará en el
frigorífico durante meses.
- Yo lo serví con queso fresco tradicional y unas nueces en un
plato de porcelana Porvasal.
Buen provecho a todos!!