Este año por fin me he decidido a hacer membrillo casero, un dulce que hace tiempo tenía en mi lista de "imprescindibles". En Galicia es muy típico comerlo acompañado de queso (fresco, de tetilla, Arzúa, etc), un manjar exquisito terminar la comida con un trozo de queso con membrillo. Cuando era pequeña recuerdo que cuando a la merienda nos daban un bocata de membrillo y queso no dejábamos ni las migas y es que tengo que reconocer que está buenísimo...
Ingredientes:
Membrillos
Azúcar
Preparación:
Compré para esta receta 5 membrillos grandes, los cuales lavé y puse a cocer en una olla cubiertos de agua 50 minutos.
Una vez cocidos los escurrimos y dejamos enfriar antes de pelarlos y limpiarlos. Los troceamos y pesamos. La cantidad de azúcar que queráis añadirle depende... en mi libro de cocina pone que por cada kilo de peso se le añade otro kilo de azúcar, pero a mi me pareció mucho azúcar y como la cantidad que me salió de membrillo era un kilo exacto le añadí 800 gr de azúcar.
Trituramos los membrillos y los ponemos en una olla con el azúcar. Mezclamos todo bien y lo dejamos cocer a fuego suave removiendo constantemente para evitar que se nos pegue durante 1 hora.
Finalmente lo vertemos en táperes de plástico y una vez se enfríe lo guardamos en la nevera durante 3 días para que se endurezca.
En el momento de servirlo sólo nos queda desmoldarlo y disfrutarlo.