Esta ha sido una receta gorrona que le he cogido a mi madre, y salté oportunamente a echarle fotos a lo que hacía para poder ponerla en el blog jajaja
Como en casa nos gusta que la mermelada de cereza las tenga enteritas, no trituramos ni machacamos ni na de ná. Les quitamos el hueso (yo tengo un aparatito pero por internet la gente se ha ingeniado métodos con pajitas o embudos que podéis buscar) y a remover despacito. Sale monísima de la muerte.
Tened en cuenta que las cantidades las podéis ajustar a la cantidad de fruta que tengáis, y no es necesario ponerlas al baño maría si la cantidad es poca y la váis a conservar en la nevera para empezar a consumirla enseguida.
¿Os apetece? Vamos a ello:
Para unos 6 botes usamos: 2kg de cerezas deshuesadas, 1,4Kg de azúcar, 1 sobre de gelatina neutra Royal (opcional, según os salga de líquida, la textura va en el gusto de cada uno) y un chorrito de limón.
En una olla ponemos la fruta, el azúcar y el corrito de limón. Cuando hierva lo bajamos a fuego medio y, siempre destapado para que evapore líquido, dejamos cocer teniendo en cuenta que a medida que vaya pasando el tiempo lo tendremos que ir removiendo más a menudo. Aproximadamente una hora más tarde (cuando veamos que esté hecha) sacamos un poquito en un plato y comprobamos la textura de las cerezas y del líquido. Si está demasiado líquido, sacamos un vasito de líquido y lo dejamos templar un poco, añadimos la gelatina y cuando esté diluida la añadimos a la mermelada, removemos bien para integrarla y envasamos.