Es temporada de ciruelas y hoy vamos a hablar sobre esta fruta rica en vitaminas y fibra y baja en calorías.
Esta fruta es indicada para incluir en la dieta de personas que quieren adelgazar ya que ayuda contra la retención de líquidos, la anemia, la falta de calcio,... Siguiendo siempre una dieta equilibrada y haciendo ejercicio.
Algunos de sus principales nutrientes son:
Fibra alimentaria: Que ayuda al buen funcionamiento de la digestión, ayudando a prevenir el estreñimiento.
Vitamina B: Que ayuda a mejorar el metabolismo.
Vitamina C: Antioxidante y combustible para hacer funcionar mejor el sistema inmunológico.
Vitamina E: Aliada contra el envejecimiento y con poder antioxidante.
Vitamina K: Que ayuda a mejorar la coagulación sanguínea, con los procesos metabólicos de los huesos y a prevenir el Alzheimer.
Hierro: Que ayuda a nuestro cuerpo con la formación de glóbulos rojos y a combatir la anemia.
Magnesio: Es un buen relajante muscular.
Potasio: Un mineral de enorme importancia para las funciones del sistema nervioso. Ayuda contra problemas de retención de líquidos y cardiovasculares.
Sorbitol: Compuesto orgánico de sabor dulce con propiedades laxantes que ayuda a tratar los problemas de estreñimiento.
El otro día mi vecina me trajo una cesta de ciruelas de casa de sus padres. ¿Cuál es el problema? Que en casa solo yo como fruta, por lo tanto no sabía qué hacer con tanta ciruela.
Pues bien, pensando y pensando caí en la cuenta de que en mi casa siempre se han hecho conservas así que llamé a mi madre para pedirle la receta de la mermelada de ciruelas.
El problema que tengo, y creo que no soy la única, es que mi madre cocina a ojo, es decir, sin medidas por lo que cada vez que le pido una receta me habla de aproximaciones pero no de datos concretos y me vuelvo loca.
Bueno, vamos con los ingredientes para hacer una rica mermelada de ciruela:
2 kg de ciruelas
1,6 kg de azúcar
3 cucharaditas de canela
1 limón
Preparación:
Lavamos bien las ciruelas y las secamos. A continuación las partimos en cuartos, le quitamos el hueso y lo echamos a un recipiente. Si veis que la piel de las ciruelas es muy gruesa podéis partir los cuartos por la mitad, para que así se deshagan mejor durante la cocción.
Exprimimos el zumo del limón y lo añadimos al bol donde tenemos los trozos de ciruelas.
Por último añadimos el azúcar y removemos para que se mezcle todo bien.
Dejamos macerar durante la noche. Si es verano mejor meterlo en el frigorífico.
Al día siguiente echamos todo en una olla o cazuela grande y ponemos al fuego medio durante dos horas.
Hay que tener cuidado porque la mezcla no reduce, no pasa como con el tomate o el pimiento, que conforme se va cociendo se va reduciendo, por lo que a la hora de elegir la olla o cazuela donde vamos a hacer la mermelada, que sea grande para que al hervir no se salga.
Estará lista cuando veamos que las ciruelas y su piel se han deshecho, la mezcla está más espesa y tiene más cuerpo.
A la hora de envasar, la mantenemos a fuego bajo mientras la vamos a ir echando en tarros y cerrando. De esta manera se creará el vacío.
Es curioso que al cabo de unas horas se oye un click y es cuando realmente se ha hecho el vacío. No mover los tarros en 24 horas. Transcurrido ese tiempo ya lo podemos guardar en la despensa.
Presentación:
Podemos usar botes pequeños con cierre hermético o tapa metálica, que favorezcan el vacío. Con los tarros de tapa metálica oiremos el click cuando se hace el vacío. Podemos comprobarlo presionando la tapa y si no se hunde es que está correcto.
Para guardarlos y tenerlos perfectamente identificados en la despensa, le ponemos unas etiquetas adhesivas como éstas.
Y para terminar, si los decoramos con una cinta de tela estampada o de cuadritos quedan muy monos. ¿Qué os parece?
¿De qué preparáis la mermelada? ¿Cómo la hacéis?
Bon appétit!!!