El tiempo pasa volando y voy un poco al límite con esta receta porque la temporada de nísperos está llegando a su fin y ya no es fácil encontrarlos en el súper. Yo no tengo ese problema porque cuento con mi fantástico níspero que año tras año me da limones.
El año pasado tenía que haberlos recogido antes pero estaban muy verdes y los fui dejando. A los pájaros les dio igual y se pusieron morados, así que este año he librado una carrera contrarreloj contra ellos y he salvado la mayoría. A veces me pregunto para qué, si nunca he sido capaz de comerme uno de lo ácidos que son, pero como la esperanza es lo último que se pierde lo sigo intentando.
Con mis nísperos limoneros este año le ha tocado el turno a la mermelada, que sorprendentemente es de las más dulces que me han salido.
Aprovecho para contarte que si vas a hacer mermelada con alguna fruta muy ácida, no cometas el error de añadir más azúcar para contrarrestar la acidez. Un método que funciona es añadir una cucharadita de bicarbonato cuando la tengas en el fuego, que es lo que yo he hecho, sin necesidad de añadir más azúcar que la normal, en general la mitad del peso de la fruta.
Ingredientes:
- 1 kg. de nísperos (ya pelados y sin hueso)
- 500 gr. de azúcar
- 1 limón
Elaboración:
1. Pelar y trocear los nísperos (sin duda lo más incordioso que tiene hacer esta mermelada).
2. En una cazuela de acero inoxidable (nunca de aluminio) o de teflón antiadherente, ponemos la fruta troceada junto con el azúcar y el zumo del limón ( yo le añadí la cucharadita de bicarbonato también) y ponemos a fuego alto hasta que empiece a hervir. En ese momento bajamos el fuego, casi al mínimo, y dejamos que se vaya haciendo mientras quitamos la espumita blanca que suele salir. No es imprescindible pero la mermelada quedará más limpia y con mejor color.
3. El tiempo que tardará en hacerse nunca es exacto pero a partir de los 40 minutos puedes ir probando la consistencia poniendo en un plato una cucharada. Si la separas con un dedo y se mantiene separada es que ya está en su punto, además debes tener en cuenta que una vez fría se espesará más.
Si no te gusta con tropezones puedes pasarla por la batidora antes de envasarla.
Si te animas a hacerla estoy segura de que te va a encantar.
Si vas a hacer más cantidad necesitarás esterilizar los botes, lo que puedes hacer hirviendo los frascos durante 15 minutos y las tapas unos cinco; luego los pones a secar boca abajo sin tocar el interior. Otra forma es esterilizarlos en el microondas, para lo que debes llenarlos hasta la mitad de agua y meterlos en el microondas hasta que hierva el agua durante cinco o seis minutos. Las tapas prefiero no meterlas en el micro porque tienen metal, y aunque hay gente que lo hace no me parece lo más adecuado y prefiero hervirlas aparte de la manera tradicional.
Para envasar al vacío no tienes más que llenar los botes con la mermelada recién hecha casi hasta arriba, cerrar con la tapa y poner boca abajo hasta que la mermelada se enfríe.
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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