De esos dulces de toda la vida a los que no le encuentras mucho chiste, vamos un tanto soso, pero que como empieces a comer no puedes parar... pues eso es lo que me pasa a mi con estas Migas o Gachas dulces, para mi abuela Migas de niño y que en esta tierra que me acoge dicen son Espoleá (o algo así).
Cuando llamé a "La Micaela" para preguntarle por la receta (y rezando para que se acordara de todos los detalles, que la mujer está ya muy mayor) me dijo: "Tu lo que quieres es saber cómo se hacen las migas de niño ¿no?" Pues digo yo que será eso, pero no me pude resistir a preguntarle por qué las llama así.
Por lo visto, era la papilla que se le daba a los niños cuando no existían esas cajas tan prácticas que hoy podemos encontrar en las farmacias. Sí, esas que Nestlé, Nutribén y compañía envasan tan amablemente para que alimentemos a las criaturas... ¡nunca se me hubiese ocurrido! y mira que es bastante obvio.
Para corroborar los datos que ella me daba, y ver si por algún milagro de la naturaleza la pequeña de la Saga Tierno era un poco más exacta con sus explicaciones, llamé a "La Tía Ali" y sólo hizo confirmar lo que ya me habían contado... ya sabéis eso de "Harina la que admita", que cuenta la leyenda que una de mi pueblo estuvo media vida buscando esa marca de harina "La Carmita" (bueno lo cuenta mi cuñada), porque cada vez que le daban una receta la harina siempre era la misma y la mujer nunca la encontró, jajaja.
No habían pasado 2 horas, cuando sonó el teléfono, era "La Micaela" para preguntar que tal se me habían dado las migas, pero abuela... ¡que todavía no las he hecho!
Bueno vale "¿Y para quién las vas a hacer?"
Alto y claro... ¡Oído cocina! La señora quiere catarlas para dar el visto bueno, así que tendré que darle en el gusto ¿no?
MIGAS DULCES
Para 4 personas, típicas de Cuenca y con cantidades adaptadas como buenamente he podido
100 gr aceite oliva suave
40 gr pan (cortado a cuadraditos)
100 gr harina
120 gr azúcar
540 gr agua
Para hacer las migas
Ponemos el aceite a calentar en una sartén y, cuando esté bien caliente, se fríe el pan y se reserva sobre papel absorbente para que suelte el aceite. Recomiendo sartén profunda, pero que no sea muy grande para que el aceite cubra el pan.
Calentar el agua y añadirle el azúcar para que se disuelva. Reservar.
En ese mismo aceite (yo que soy muy curiosa, y no me gustan los pispirris que suelta el pan, lo he colado y he limpiado la sartén con un poco de papel), freímos la harina y vamos añadiendo el agua poco a poco, sin dejar nunca de mover con una cuchara, así hasta acabar con toda el agua. Estará listo cuando no queden grumos y la masa haga chup-chup.
Poner en el fondo del recipiente donde vayamos a verter las migas los tostones de pan, reservando unos cuantos para decorar, y verter la masa.
Decorar y esperar que se enfríen para degustar.
Ala... os dejo disfrutando de estas migas dulces que yo me voy a llevárselas a "La Micaela", ¡no quiero que se quede sin catarlas!
Nos vemos pronto Churretos@s.
Besos.
Raquel