Si pasáis estos días por delante de una pastelería es fácil que veáis unos dulces típicos de la época, las monas de Pascua. La mona es un postre de Semana Santa que los padrinos o los abuelos regalan a sus ahijados/as el Domingo de Pascua para ser comido en familia al día siguiente, lunes. Esta tradición ha estado muy arraigada desde hace siglos en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia y parece ser que se tiene noticia de las primeras monas en el siglo XV cuando los moriscos ofrecían a sus señores un presente para celebrar el final de la Cuaresma, época en la que no se podía comer ni carne, ni leche ni huevos. Precisamente la palabra mona procede del término árabe “mûma” que quiere decir regalo o provisión de comida. Antes, las monas eran un pastel en forma de roscón que se hacían con pan y que se decoraban con huevos cocidos, tantos como años tenía el ahijado/a. La introducción del chocolate en las monas fue debida al pastelero Lluís Santapau de la Confitería Mora de Barcelona en 1930. Aquel simple roscón ha evolucionado con el tiempo para convertirse en verdaderas pequeñas obras de arte de bizcocho, mantequilla y chocolate que, en algunos casos, incluyen figuras de personajes populares o de películas infantiles.
Nuestra propuesta es más sencilla y se puede hacer en casa tranquilamente.
RECETA
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INGREDIENTES
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO
6 huevos
200 g de azúcar
150 g de harina de trigo
20 g de maicena
20 g de almendra molida
Un bote de mermelada de albaricoque
150 g de almendra en granillo ligeramente tostada (para cubrir el bizcocho a su alrededor)
INGREDIENTES PARA EL ALMÍBAR
100 g de azúcar
100 g de agua
INGREDIENTES PARA LA CREMA YEMA
3 yemas y el mismo peso en azúcar
El zumo de medio limón
PREPARACIÓN
En un molde desmoldable poner papel sulfurizado en la base. Untar con mantequilla o spray antiadherentes el fondo y las paredes.
Precalentar el horno a 180º.
Batir tres huevos más tres yemas (reservar las tres claras) con 160 g de azúcar hasta conseguir una consistencia en forma de letra.
A parte, montar las tres claras con 40 g de azúcar al punto de merengue francés.
Al primer batido, añadir la harina tamizada junto con la maicena en varias tandas. Agregar la almendra molida y mezclar con suavidad para que la mezcla no baje.
Añadir las claras también en tres veces con movimientos envolventes.
Echar en el molde y hornear a 180º durante 35 o 40 minutos, dependiendo del horno.
Cuando el bizcocho esté hecho dejar sobre una rejilla hasta que quede templado, desmoldar. En este punto, se puede filmar bien y congelar. De lo contrario, dejarlo enfriar totalmente y cortar transversalmente en tres capas.
Entre capa y capa, pincelar con el almíbar y cubrir con mermelada de albaricoque.
PREPARACIÓN DE LA CREMA YEMA
Batir las yemas con el azúcar y el zumo del limón colado. Llevar a fuego lento y no dejar de dar vueltas. Cuando empiece a hervir retirar del fuego y batir enérgicamente con unas varillas. Volver a llevar al fuego unos minutos más hasta que espese.
Enfriar la crema rápidamente, bien cambiando de recipiente o extendiéndola sobre el mármol bien limpio y moviendo con una espátula hasta que enfríe.
Poner en un recipiente filmado y guardar en la nevera hasta el momento de cubrir la tarta.
Alrededor de la tarta hay que poner un poco de crema yema para pegar las almendras en granillo ligeramente tostadas.