Hoy os traigo una receta muy especial. Especial por tres razones, la primera porque es una receta que encanta cada vez que la hago y que mis amigos Carmen, Álvaro, Marta y Juanvi me piden que haga cada vez que puedo. Así que se la dedico a ellos que sé que les encanta :)
Y la segunda razón es porque con esta receta celebro los 6 meses inmersa en la aventura de este blog. Me parece mentira cuando ese 4 de febrero subí mi primera receta pensando que nadie la vería ni le importaría... que se quedaría ahí sin más como un "recetario" personal sin que llegara a nadie más. Y sin embargo... me habéis dado mucho. Tanto que enlaza con el tercer motivo.
El tercer motivo es que he superado los 1500 seguidores en facebook. ¡¡Qué fuerte!! En seis meses de vida que tiene mi blog ya he llegado a los 1500 me gusta en facebook. Me parece una pasada pero igualmente estoy muy agradecida a todos los que dedicáis parte de vuestro tiempo a visitar mi blog, a leer mis recetas, a comentarlas, a hacerlas, a hacerme saber que os gustan haciendo click en las fotos que subo a facebook... La verdad que me habéis ayudado muchísimo a seguir adelante y a intentar mejorarme cada día para daros lo mejor de mí. MUCHAS GRACIAS a todos.
Y ya paro que me emociono y todo y no es plan :) Os dejo con esta receta que comparto con todo el cariño del mundo. ¡Disfrutadla!
Para 6 personas.
Ingredientes:
250 gr. Chocolate para postres.
4 Huevos.
70 gr. de Azúcar.
200 ml. Nata (crema de leche) para montar.Elaboración:
Comenzaremos separando las yemas de las claras. A continuación reservaremos las claras y pondremos en un bol las yemas.
Separamos las yemas de las claras.
Agregamos el azúcar y batimos con unas varillas eléctricas hasta que obtengamos una mezcla homogénea, blanquecina y espumosa. La reservamos para utilizarla después.
Agregamos el azúcar a las yemas.
Batimos con unas varillas eléctricas.
En una cacerola ponemos a fundir el chocolate al baño María. Mientras tanto y para aprovechar el tiempo nos pondremos a montar la nata (crema de leche). Para ello, comenzaremos batiendo a velocidad bajita y conforme vaya cogiendo cuerpo iremos aumentándola poco a poco hasta que notemos que está bien firme.
Ponemos a fundir el chocolate al baño María.
Montamos la nata (crema de leche).
La montamos bien firme.
Consejo:
Para montar la nata (crema de leche) yo siempre recomiendo que la nata (crema de leche) esté bien fría, mínimo 24 horas en la nevera y que el recipiente donde lo vayamos a montar también lo esté. Si se nos ha olvidado meter el recipiente con antelación en la nevera, también lo podemos meter un ratito antes en el congelador para que se enfríe.
Seguidamente removeremos nuestro chocolate fundido y cuando esté bien liquido apagamos el fuego pero lo mantenemos en el baño María para que no se nos enfríe. Es en ese momento cuando nos pondremos a montar las claras a punto de nieve.
Removemos el chocolate fundido.
Montamos las claras.
Las tenemos que dejar a punto de nieve.
Consejo:
Si queréis saber si las claras estén bien montadas un truco, un poco arriesgado pero sirve, es el de poner bocabajo el recipiente donde las hayamos montado. Si no se caen es que están bien firmes :)
Foto antigua de otra vez que hice la mousse.
Ya tenemos todos nuestros ingredientes listos, así que ahora sólo nos queda irlos integrando con el siguiente orden: en primer lugar añadiremos el chocolate fundido a la mezcla de yemas y azúcar.
Agregamos el chocolate a la mezcla de yemas y azúcar.
Lo integramos por completo.
Consejo:
Si la mezcla de azúcar y yemas se nos ha quedado un poco apelmazada batidla un poco con las varillas para que vuelva a estar espumosa. Os lo digo porque a mí me ha pasado que al dejarla reservada para ir montando los demás ingrediente se me ha apelmazado un poco, pero ya os digo de esa forma la pondremos de nuevo blanquecina y espumosa :)
Una vez bien integrado el chocolate, seguiremos mezclando esta vez la nata montada (crema de leche). En el caso de la nata montada (crema de leche) no "importa" como lo hagamos, aunque si lo vamos mezclando con movimientos envolventes mejor que mejor. Pero os digo que no importa porque lo que realmente le mete el aire a la mousse son las claras a punto de nieve.
Comenzamos añadiendo la nata montada (crema de leche).
Como podéis ver en la foto al meterle la nata (crema de leche) el chocolate ya se ha clareado y es menos denso. Por último le agregamos las claras a punto de nieve. Aquí tendremos que ir agregando claras poco a poco y no volver a echar más cantidad hasta que no se haya integrado por completo la anterior. Entonces, lo que haremos será lo siguiente, con una lengua de gato (es lo más recomendable) vamos haciendo giros de abajo a arriba para que en la masa no deje de entrar aire.
Incorporamos las claras poco a poco, con movimientos envolventes.
Consejo:
Si lo estáis haciendo bien lo notaréis porque cada vez que hagaís un "giro" con la lengua de gato oireis como un golpecito, que no es más que el aire que ha entrado y al moverlo junto con la masa "choca" y suena. Si no lo oís puede ser que no le estéis metiendo bien el aire.
En esta foto se observa la textura que se obtiene, aparentemente es muy líquida pero cuando se deja reposar en la nevera toma la textura de mousse.
Aunque quede líquida, al enfriar toma la textura de mousse.
Ahora sólo nos queda verterlo en los recipientes donde vayamos a servirlo. En mi caso me gusta servirlo en copas individuales, pero eso es al gusto. Luego lo tapamos con papel film y lo metemos en la nevera un mínimo de 8 horas, aunque como ya sabéis a mí siempre me gusta dejarlo de un día para otro, unas 24 horas.
Y listo. Ya tenemos nuestra mousse de chocolate lista para degustarla, disfrutarla, saborearla... ¿se nota mucho que me encanta? jajajaja.
Espero que os haya gustado y que no tardéis mucho en hacerla, ahora para el verano viene muy bien al ser tan fresquita y ligera.
Besitos y os espero en la próxima receta que se nos avecina ;)
Si te ha gustado puedes seguirme en facebook: https://www.facebook.com/laqueseavecinaenmicocina?ref=hl