Aunque en las fotos no se ve, la semana pasada os adelanté que este postre es de dos sabores. Arriba tiene una capa de mousse sabor granada, y en la parte de abajo otra sabor queso. Esto hace que sean dos elaboraciones diferentes (aunque iguales), a distinto tiempo y con muchos pasos, pero no os asustéis, los pasos son iguales en los dos casos y es muy fácil de preparar, así que vamos a ello!
Ingredientes:
- 500g de queso batido desnatado
- 8 claras de huevo
- 150ml de leche
- 200ml de zumo de granada
- Edulcorante en polvo/azúcar glas.
- 8 hojas de gelatina neutra
1. Mousse de queso
Empezamos poniendo a hidratar la gelatina en agua fría. Yo corto las láminas en trozos pequeños y así es más fácil colocarlas en cualquier cuenco y cubrirlas bien con agua. En las fotos de arriba donde aparecen los ingredientes, el cuenquito blanco tiene la gelatina en proceso de hidratación ;).
Por otra parte se calienta la leche hasta que vaya a empezar a hervir. Una vez caliente se escurre la gelatina del agua y se echa en la leche, removiendo bien hasta que se deshaga por completo. Cuando éste paso esté listo, vamos añadiendo la leche a la mitad del queso batido, removiendo bien para que se integre todo y quede una mezcla homogénea (en la segunda parte de la receta podéis ver unas fotos).
Entonces empezamos a montar 4 claras de huevo. Para este postre os aconsejo no abusar del edulcorante/azúcar por lo que habrá que ser precavidos en su uso a la hora de montar las claras. Montar las claras a punto de nieve sin azúcar lleva más tiempo, pero no es imposible, así que os recomiendo que durante el principio no le echéis nada de azúcar a la mezcla y sigáis batiendo hasta que vaya cogiendo aspecto de estar casi a punto. Entonces podéis añadirles una pizca de sal, que también ayuda a que suban y contrarrestará un poco el dulzor, y seguir batiendo. Al final del todo y para que queden más firmes podéis echarle un poco edulcorante en polvo (o azúcar, como prefieras) y seguir batiendo un rato más hasta que estén completamente listas. Más o menos tendrán un aspecto como éste.
Una vez que las claras están bien firmes y a prueba de darle la vuelta al recipiente sin que se caigan (...¿te atreves?) se va añadiendo poco a poco la mezcla de queso batido y leche mezclándolo con mucho cuidado y movimientos envolventes (en éste post os enseño más despacio un proceso igual que este). Cuando ya hemos incorporado toda la parte líquida a las claras hemos terminado con la primera mitad de la mousse, por tanto se reparte en los recipientes que vayamos a usar y se mete al frigorifico para que vaya solidificando.
2. Mousse de granada
En este caso el proceso es el mismo que más arriba pero sustituyendo la leche por el zumo de granada, pero vuelvo a explicarlo paso a paso para que quede claro.
Os recomiendo haber dejado pasar entre media hora y una hora antes de empezar a preparar esta segunda parte. Así os aseguraréis de que la mousse de queso ha cuajado casi por completo y el resultado será perfecto.
Primero se calienta el zumo de granada y se disuelve en la gelatina neutra (previamente hidratada). Cuando esté bien disuelta se añade el zumo a la otra mitad de yogur batido mezclándolo muy bien. Aquí podéis ver el queso que yo utilicé cuando aún no había hecho nada con él,
Y después de mezclarlo con el zumo,
Yo hice la mezcla en el bol y sólo con la cuchara que se ve ahí, así que no es necesario ensuciar la batidora ;), sólo hay que ir echando el zumo poco a poco y removiendo bien para que quede bien integrado.
Después volvemos a montar 4 claras de huevo a punto de nieve. Aquí os doy el mismo consejo que más arriba sobre el dulzor, con muy poco es suficiente. Así que os recomiendo seguir los consejos que os he dado antes para montar las claras.
Una vez que están listas, procedemos de la misma forma para ir incorporando la mezcla de queso y zumo a las claras batidas. Poco a poco y con movimientos envolventes hasta que esté perfectamente integrado.
Por último se vierte esta segunda mezcla sobre los recipientes en los que echamos la primera y se vuelven a dejar reposar en el frigorífico.
Y listo! ya tienes tu mousse doble preparada, ¿a que no ha sido tan difícil?
Bon Apetit!