Esta mañana mi desayuno ha sido muy british y os preguntaréis la razón. En realidad, no tiene mucho misterio, hoy he comido este riquísimo Muffin inglés con mantequilla. Aunque tenga nombre de magdalena, lo cierto es que se trata de un tipo de pan muy típico en los países angloparlantes. ¿Queréis saber más? Pues seguid leyendo foodies.
Conocí esta receta gracias a que sigo a cientos de blogueros de cocina, que son quienes me enseñan, en gran parte, la mayoría de mis nuevas recetas. Sobre todo aquellas que no son de la cocina tradicional española. Me gusta mucho aprender recetas internacionales, porque sirven para sorprender y sobre todo, para salir de la rutina.
Además, con el pan tengo una espinita clavada en el corazón. Siempre que intento elaborar alguna receta donde la masa debe fermentar, nunca me sale o necesito tres intentos para que luzca simplemente bien. Por eso, siempre que veo una receta de pan tan sencilla me emociono, porque eso quiere decir que seré capaz de elaborarla.
INGREDIENTES:
250g de harina (aunque necesitaréis más a la hora de amasar).
125g de leche tibia.
Un huevo.
12g de mantequilla.
2g de levadura fresca liofilizada o 6g de levadura fresca.
12g de azúcar.
5g de sal.
1º. Mezclamos la leche con la levadura y se deja reposar durante unos 10 minutos. Mientras esperamos, vamos mezclando la harina, el azúcar, la sal y la mantequilla. Luego vertemos el huevo y finalmente, la leche con levadura. Amasamos hasta obtener una bola de masa perfecta, donde no se pegue a las manos. Si es necesario iremos añadiendo un poco más de harina hasta conseguir la consistencia deseada. Luego lo dejamos en un bol tapado con film transparente durante una hora para que fermente y doble su tamaño.
2º. Pasado este tiempo procedemos a cortar la masa con la forma del muffin. Yo he usado un aro cortador de pastas, pero si no tenéis os sirve un vaso cualquiera. Una vez tengamos hechas las formas volvemos a dejar reposar unos 45 minutos sobre una bandeja también forrada con film transparente.
3º. El último paso es simplemente hacer el pan en la sartén con tapa. El fuego tiene que estar muy bajo y coceremos cada cara entre 8 y 10 minutos. Según va pasando el tiempo iréis comprobando que el pan se eleva, eso es una buena señal, porque querrá decir que el calor lo está cociendo apropiadamente.
Una vez fríos, ya solo nos queda cortar por la mitad, tostar y untar con mantequilla y mermelada. Aunque también podéis combinarlos con jamón york o incluso con jamón serrano, tomate y aceite. Se trata de un pan perfecto para los desayunos o incluso para una cena ligera.
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