Los que seáis fans de la saga de Canción de Hielo y Fuego seguramente que vais a disfrutar con esta receta.
Aparece en el primer libro, “A Game of Thrones”, en un momento en el que un escuadrón de la Night’s Watch está disfrutando de la hospitalidad de Robb Stark en Winterfell, y este plato es traído a la mesa entre otros. Poco después recibirán los Stark la noticia de que su tío Ben no ha vuelto de la misión de exploración a la que partió.
The lord’s seat at the head of the table had been left empty, but Robb sat to the right of it, with Bran across from him. They ate suckling pig that night, and pigeon pie, and turnips soaking in butter, and afterward the cook had promised honeycombs
“A Game of Thrones” – George R.R. Martin
La receta es una de las listadas en el delicioso libro de Chelsea Monroe-Cassel y Sariann Lehrer, “A Feast of Ice and Fire“ que tuve la suerte de ganar en un sorteo, y que me enviaron a casa dedicado y todo. ¡Lo guardo como un tesoro!
No he logrado encontrar todos los ingredientes de la receta original, (el poudre douce se me resistió especialmente) así que esta es mi adaptación personal, que realmente salió deliciosa, así que la doy por valida. :)
Ingredientes: (para 2 personas)
5 Nabos
Queso parmesano
1 bola de mozarella de búfala
1 cebolla mediana
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de azúcar
1/2 cucharadita de nuez moscada
sal y agua
Elaboración:
En primer lugar, cortamos la cebolla por la mitad, y luego a su vez en tiras largas.
Pelamos los nabos y los lavamos bajo el grifo. En una olla con agua ligeramente salada hervimos los nabos durante aproximadamente 20 minutos, hasta que estén tiernos.
Mientras tanto, en una sartén ponemos la mantequilla a derretir y salteamos la cebolla a fuego lento con una pizca de sal hasta que esta esté tierna, removiendo con frecuencia.
Rallamos en un recipiente el queso parmesano al gusto, y en otro mezclamos la canela, el pimentón dulce, el azúcar y la nuez moscada.
Cuando los nabos estén tiernos los escurrimos, y los cortamos en ruedas de 4 o 5 milímetros aproximadamente.
Preparamos dos recipientes aptos para el horno y untamos el fondo con mantequilla. Repartimos la cebolla entre los dos cuencos formando una capa en el fondo de cada uno de ellos. Después añadimos otra capa de parmesano, otra de mozarella y una de nabos.
Volvemos a repetir la operación de nuevo, pero sin añadir cebolla. Y cambiando el orden. Ahora añadimos primero la capa de nabos y la cubrimos con unos trozos de mantequilla, una capa de parmesano, para coronar con la mozarella.
Espolvoreamos por encima la mezcla de especias (canela, pimentón, azúcar, moscada) e introducimos en el horno que habremos precalentado previamente a 180ºC.
Horneamos durante 15 minutos.
¡Y ya están listos nuestros nabos gratinados en mantequilla!
Un plato delicioso que te sorprenderá por su sabor y su sencillez. Además mientras lo coméis os podéis imaginar que sois parte de la casa Stark, y estáis calentándoos el estomago con este plato tan original.
¡Que aproveche, Calderer@s!
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