Mientras estoy escribiendo esta entrada está lloviendo. Hace un día gris típicamente otoñal, una tarde tristona, de esas de sofá, peli y mantita, pero ¡¡no!! mi tarde es de mesa, portátil y post bloguero,
Sólo el simple hecho de pensar en este naked cake, alegra a cualquiera. Cada vez me gustan más este tipo de cakes inacabados y este que os traigo hoy, además de estar delicioso me parece que ha quedado muy elegante por los tonos de la decoración, por las flores que he usado para decorarlo.
Esta tarta fue un encargo de hace un par de semanas. Tenían claro que querían un layer cake sin cubrir completamente y con flores. Lo que no estaba tan claro eran el sabor de los bizcochos y de la crema de relleno.
Siempre digo que la combinación de frutas del bosque con limón es una maravilla, muy jugosa y refrescante, pero si además el frosting es de queso crema y también lleva limón... ¡Apaga y vámonos!. No sé cómo explicaros...
Además si he de elegir prefiero rellenar y/o cubrir las tartas con crema de queso antes que con buttercream, que no es que no me guste, pero me satura tanta mantequilla. Por eso prefiero los frosting con queso o con merengue que aunque llevan mantequilla no llevan tanta cantidad.
La receta del bizcocho es una adaptación de la receta original del blog de Sweetapolita. Muero de amor con sus tartas y sus layer cakes, tan perfectas, tan coloridas, tan maravillosas... Alguna que otra he hecho y el resultado es siempre espectacular.
Yo he agregado más cantidad de arándanos y supongo (porque como era una tarta de encargo, no la he probado) que el bizcocho ha quedado bien húmedo a pesar de no ir almibarado.
Es un bizcocho que ya he preparado en alguna otra ocasión como base de alguna tarta sencilla pero que nunca había subido al blog. Me da pena que en esta ocasión no os pueda enseñar el corte, porque se os iba a hacer la boca agua...
Sólo puedo deciros que después de horneados los bizcochos tenían una pinta fantástica, esponjosos y jugosos, ideales para tomarlos tal cual, sin necesidad ni siquiera de rellenarlos.
IngredientesPara el bizcocho
290 gr. de harina
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de sal
500 gr. de arándanos
120 ml. de yogur griego natural
120 ml. de leche semidesnatada
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1 cucharadita de ralladura de limón
225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
300 gr. de azúcar
4 huevos grandes, a temperatura ambientePara el frosting de queso y limón:
225 gr. de mantequilla, a temperatura ambiente
250 gr. de queso crema
500 gr. de azúcar glacé, tamizada
2 cucharaditas de ralladura de limón
30 ml. de zumo de limón fresco
¼ cucharadita de extracto de limón
Una pizca de sal
ElaboraciónPara hacer el bizcocho, primero precalentamos el horno a 180º C y engrasamos 3 moldes desmontables de 18 cm.
Tamizamos los ingredientes secos. Reservamos.
En un recipiente echamos los arándanos y agregamos una cucharada de la mezcla de harina y revolvemos. Reservamos.
Mezclamos el yogur, la leche, el extracto de vainilla y la ralladura de limón en un recipiente y reservamos.
En el cuenco de la batidora de pie ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos unos 5 minutos hasta que consigamos una crema pálida y suave. Agregamos los huevos de uno en uno batiendo bien antes de cada nueva adición.
Agregamos la mezcla de ingredientes secos poco a poco alternando con la mezcla de leche, comenzando y terminando con la mezcla de harina. Revolvemos bien hasta que estén combinados. Incorporamos suavemente los arándanos mezclando con cuidado.
Dividimos la masa en tres partes iguales y la vertemos en los moldes que teníamos preparados.
Horneamos unos 35 minutos o hasta que insertando un palillo en el centro, éste salga limpio.
Dejamos que se enfríen 10 minutos sin desmoldar y después desmoldamos y colocamos sobre una rejilla para que terminen de enfriarse por completo.
Para preparar el frosting, tamizamos el azúcar glacé en el vaso de la batidora de pie. Añadimos la ralladura de limón y la mantequilla y batimos a velocidad baja unos 5 minutos hasta que la mantequilla esté perfectamente integrada.
A continuación agregamos el queso crema poco a poco y seguimos mezclando hasta conseguir una crema homogénea. Añadimos por último el zumo de limón y el extracto de limón y batimos de 3 a 4 minutos a velocidad media-alta hasta que la crema sea muy suave.
Para montar la tarta extendemos una capa delgada de frosting sobre la base donde vamos a colocar la tarta y colocamos la primera capa de bizcocho. Cubrimos con una generosa capa de crema de queso y limón y la extendemos con ayuda de una espátula. Colocamos el segundo bizcocho y repetimos la misma operación. Colocamos el tercer bizcocho y cubrimos de forma imperfecta con el resto de crema de queso tanto la parte superior como los laterales dejando que se vean los bizcochos.
Yo en este caso he adornado la tarta con flores frescas, margaritas y paniculata y con hojas de helecho, pero también podemos utilizar arándanos, rodajas de limón, etc.
Si os gusta más, también podéis cubrir la tarta por completo con la crema de queso y limón y decorarla con manga, por ejemplo empleando una boquilla de estrella, como la 1M de Wilton y haciendo rosas (como cuando decoramos un cupcake). Recordad, siempre empezamos haciendo una espiral desde el centro, hacia afuera y así sucesivamente hasta cubrir la tarta por completo.
Aquí está, envuelta para regalo, lista para ser entregada.
Sé de buena tinta que quedaron encantados y yo mucho más porque siempre es una satisfacción que algo que preparas con tanto cariño y de manera tan personalizada, les guste tanto a las personas a las que va dirigida.