A ver quién puede ser capaz de aguantarse una sonrisa al recordar los bocadillos de Nocilla o de Nutella que comíamos por las tardes al volver del cole.
Este va a ser uno de esos momentos nostalgia, ya sabéis de los de “ Yo también fuí a E.G.B.”
A que vais a seguir sonriendo cuando os diga : “ leche, cacao, avellanas y azúcar. Nooociillaaaaaaa” y vuestra memoria os habrá hecho leer esta frase con la música y entonación del anuncio, a que sí.
Para los que nos leéis desde otros países, os diré que la Nocilla es la marca de crema al cacao con avellanas que comprábamos en España. La Nutella hasta no hace muchos años no llegó a nuestro país. Mi hijo sin embargo creció alternando ambas marcas comerciales y probablemente Patricia, mi compi del blog también.
A principios de año estuve en un curso de pastelería (bufet de pasteles) y una de las alumnas comentó que desde que aprendió a hacer esta crema casera no había vuelto a comprarla. El profe era Ettore Cioccia de la web y canal de YouTube Bavette, él mismo la animó a seguir haciéndola en casa ya que no había punto de comparación. La verdad que el tema se comentó muy brevemente pero a mi se me quedó aquello grabado y ya sabéis, me hice el firme propósito de hacerla.
Hace poquito he visto una receta de unos bollitos que iban rellenos de Nutella y me gustó tanto que decidí que tenía que hacerlos. Además, encontré la ocasión perfecta para probar a hacer la crema.
No la hice antes porque se necesita un procesador de alimentos y es un aparato que no tengo. Sin embargo, probé a utilizar la picadora de mi batidor de mano, aún a riesgo de quemar el motor, y el resultado ha quedado bastante digno.
No tiene nada que envidiar a las marcas comerciales, queda un sabor intenso a avellana chocolateada con un toque final a vainilla. Muy leve pero que le da un puntito que creo que realza su sabor.
La vainilla es opcional, yo la he puesto y creo que acerté.
Un consejo: Si váis a utilizar la picadora del batidor de mano, como hice yo, procurad hacer descansos ya que la elaboración del praliné (avellana muy molida que de polvo pasa a crema) me llevó aproximadamente 12 minutos y el motor de la batidora se calienta y puede llegar a quemarse.
Llevamos unos meses escuchando que el aceite de palma es un elemento que se utiliza en multitud de alimentos que ingerimos y parece ser que la única ventaja que tiene es que realza sabores haciendo cualquier producto mucho más apetecible. Por lo demás, parece probado que es cancerígeno y en su obtención, se está acabando con el hábitat de ciertas especies animales. Ambos hechos creo que son motivos más que suficientes para que eliminemos de nuestra cesta de la compra esta crema y optemos por hacerla en casa. Tendremos un producto sano y sabiendo exactamente lo que comemos y damos de comer a nuestros niños. Además, dejaremos de contribuir a la alteración de ecosistemas habitados por otras especies.
¡¡¡ Nos ponemos el delantal!!!
Ingredientes:
– 250 grs de avellana tostada y pelada
– 200 grs de azúcar glas
– 40 grs de cacao en polvo
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 2 cucharadas de aceite de girasol
– 1 pizca de sal
Elaboración:
Como siempre, disponemos los ingredientes medidos y pesados y los utensilios que vayamos a utilizar.
Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 190ºC .
En una bandeja colocamos las avellanas y las ponemos dentro del horno para que al calentarse suelten su aceite. Notaréis que empiezan a brillar y también el olor a avellana tostada en toda la cocina, realmente apetecible pero no las vayáis a comer que las necesitamos. Importantísimo estar muy pendientes porque son delicadas y se nos pueden quemar. Así que fuera distracciones de la cocina. Van a ser sólo 10 minutos máximo.
Metemos las avellanas en el procesador o en la picadora ( lo que tengáis) y comenzamos a triturar a máximas potencia y velocidad.
Después de seis minutos ésta es la textura que tenemos
Con la fricción de las cuchillas las avellanas se calientan y la cocina se impregna de un olor riquísimo.
Continuamos triturando y después de 12 minutos, la pasta inicial, se ha refinado bastante
Como curiosidad os diré que al abrir la picadora del calor soltaba humo. A mí me resultó chocante pero es totalmente cierto.
Los grumos que véis en la foto en realidad son burbujas de aire que desaparecen con unos golpecitos.
Dejamos descansar un poquito la máquina para que enfríe el motor y vamos a ir añadiendo el resto de los ingredientes a potencia mínima. Ahora ya no tenemos que picar, sólo es integrar en la pasta que hemos obtenido.
Le agregamos el cacao en polvo y mezclamos hasta que quede homogéneo.
Mezclamos y añadimos la mitad del azúcar glas
Mezclamos hasta integrar y repetimos operación con el resto del azúcar.
Este es el momento de añadir los ingredientes que quedan: el aceite de girasol, la esencia de vainilla y la sal que ya sabéis que es un potenciador de sabor que nos ayuda muchísimo en repostería.
Nuevamente mezclamos con la picadora y ya habremos terminado
Para conservarla lo mejor es utilizar tarros esterilizados de vidrio. Si tenéis lavavajillas no os compliquéis la vida hirviéndolos en ollas aparte, bastará con ponerlos a lavar y las altas temperaturas del aparato harán el resto.
Se conserva muy bien en la nevera. Allí la crema coge cuerpo y después de un ratito estará lista para consumir.
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