Una receta de las que si sobretodo tenemos niños alrededor, van a quedar encantados. Su realización en muy sencilla y el resultado sin duda es más que aceptable. Tan solo tendremos que tener un poco de paciencia para que la gelatina haga su efecto para poder disfrutar de ellas.
Admito que soy gran consumidora de estas chuches y siempre que vamos al kiosco, acabamos comprando y me las zampo yo sola. Así que era inevitable acabar comiendo todas las que hice
INGREDIENTES:
2 sobres de gelatina neutra en polvo (De 10gr cada uno)
200ml de agua
300gr de azúcar
1 sobre entero, y una cucaharada de otro de gelatina de frambuesa (en total, unos 100gr)
Azúcar glass para rebozar
PREPARACIÓN:
Ponemos a hervir el agua y cuando lo haga, añadimos la gelatina neutra y el azúcar. Removemos bien para que se disuelva todo a fuego bajo, durante 5 minutos. pasado el tiempo, añadimos el sobre de gelatina de frambuesa, y seguimos removiendo por otros 5 minutos. Dejamos templar sin que llegue a cuajar del todo, y cuando la tengamos así, batimos con unas varillas eléctricas hasta llegar casi a tener una especie de merengue.
En un molde de silicona, espolvoreamos azúcar glass y vertemos la mezcla encima. Dejamos endurecer a temperatura ambiente un mínimo de 12 horas antes de cortar y las rebozamos en azúcar glass para evitar que se peguen.
Al cortar parece que no se conservará la forma. Pero si lo hacéis con un cuchillo afilado y con decisión, cortes limpios, os aseguro que quedan genial.