Llevamos una semana que no paramos de hacer helados y son visto y no visto (padre e hijo se ponen las botas). Así que he estado estos días buscando "acompañamientos" que le dieran un toque más rico y nutritivo, que lo convirtieran en una merienda completa, y encontré lo que buscaba, como tantas otras cosas, en el blog de Canelona: unas nueces caramelizadas que se hacen en un momento y que resultan un vicio. Ya las he hecho varias veces para comerlas con los helados o con nata (crema de leche), pero solas también están buenísimas.
Ingredientes:
150g agua
250g azúcar
200g nueces peladas (si vienen ya peladas debe ser una marca apta, que aunque no tienen gluten por naturaleza, hay fábricas de frutos secos en las que su utiliza harina de trigo para tostar -Son Sánchez, por ejemplo, utiliza harina de arroz-, pero yo "porsiaca" siempre las lavo)
Aceite de girasol
Preparación:
1) Poner a hervir el agua con el azúcar en un cazo, e ir removiendo continuamente.
2) Cuando rompa el hervor, añadir las nueces y dejarlas hirviendo de 3 a 10 minutos, según las prefiramos de dulces. Hay que tener en cuenta que si más tiempo, más espesa el almíbar y más lo cogen las nueces. (Yo las he tenido unos 8 minutos).
3) Sacarlas con una espumadera y dejarlas en un colador para que escurran.
4) En un cazo hondo poner a calentar abundante aceite y cuando esté muy caliente, echar las nueces (en dos veces) . Cuando empiecen a tomar color las volvemos a dejar en el colador para que escurran (no se os ocurra apartarlas sobre papel para que absorba el aceite, se pegarían!).
5) Dejar reposar. A medida que se enfrían se endurecen....Y cuidado que, por el caramelo, queman muchísimo!
NOTA: De la misma forma que se caramelizan las nueces podemos caramelizar otros frutos secos.
¿Quién se anima?