Ingredientes:
1/2 vaso de aceite de olivala piel de un limón
2 huevos
1/4 de vaso de orujo gallego
ralladura de limón
2 cucharadas de azúcar
Harina aprox. 250gr. aunque lo pese 100 + 100 + 50
El primer paso es poner el aceite con la piel de limón a resquemar, cuando está listo, se separa se saca la piel y la dejamos enfriar.
En un recipiente colocamos el aceite frío, los huevos, las dos cucharadas de azúcar y el orujo, lo mezclamos con una pala y añadimos la ralladura de limón,
En este punto empezamos a añadir la harina, primero los 100 grs. y vamos mezclando hasta que podamos empezar a mezclar con la mano. No ponemos toda la harina de golpe, porque será la masa la que nos la va ir pidiendo, por tanto poco a poco para que no se nos quede demasiado dura.
En mi caso admitió aprox. 230 grs.
Cuando al mezclar vemos que ya podemos sacarla del recipiente, la amasamos sobre el mármol, hasta que esta la masa lisa. Hacemos un bola y la dejamos reposar tapada durante 30 minutos.
Pasado el tiempo, en el mármol ponemos unas gotas de aceite lo repartimos y en trozos empezamos a estirar. Hemos de conseguir una capa muy fina.
Con un cortapastas la cortamos en forma de rectángulos, rombos, un poco irregulares.
Preparamos el aceite bien caliente y vamos friendo, veremos que se abomban y se ponen doradas. Las sacamos a una fuente con papel para recoger el aceite y luego ya las llevamos a una bandeja.
En mi casa les gusta con azúcar glass por encima, pero a mí me entusiasman con un pequeño chorrito de miel.