Su etimología depende de cómo las llamen en cada lugar. Así en unos lugares orejuelas; que puede venir del orujo. Hojuelas; de hojas. Orejas: por su forma similar a una oreja de algún animal. ¿Quién sabe? ¡¡Yo solo las quiero para comérmelas!!
Las descubrí hace poco más de un año y la persona que las hizo me regaló su receta familiar.
Las recetas son tan variadas como los nombres y como siempre en cada sitio se atribuyen su origen, pero aunque se le atribuyen tantos orígenes como pueblos hay en España,donde siempre, siempre las hay en estas fechas es en Castilla y León.
Las Orejuelas de la Montaña Palentina
Cada casa tiene su receta, su tradición, y esta receta viene de Santa María de Redondo (La Pernía):
Ingredientes:
2 huevos
Dos cucharadas de aceite de oliva vírgen extra
La cáscara de un limón.
La cáscara rallada de una naranja.
200 gr de Harina (y otro tanto más para el amasado).
Un chorro de orujo.
Un chorro de Anís.
Abundante aceite de girasol para freír.
Azúcar para añadir después de freír.
Mi primera vez con esta receta ha sido algo caótica y he cometido varios fallos pero los dejo patentes para que mejores esta receta:
Aromatiza dos cucharadas de aceite de oliva vírgen extra en un cazo a fuego medio/lento. Deja enfriar el aceite.
Dispón un bol grande y echa en éste los dos huevos, el aceite de oliva aromatizado y ya frío, la cáscara de naranja rallada, el chorro de anís, el chorro de orujo, y remueve. Después ve añadiendo la harina, son 200 gr en dos tandas de 100. Amasas hasta que tenga consistencia para pasar a las manos. Sigue amasando sobre la mesa enharinando hasta que no se te pegue la masa ni a los dedos ni a la mesa, entonces engrasa una superficie extiende la masa con un rodillo, haciendo que sea lo más fina posible (mi fallo: por algunas partes no era tan fina como pensaba y una vez cortada ya no pude estirarla bien). Así que cuanto más fina quedará más crujiente.
Luego calienta el aceite de girasol y ve friendo las orejuelas en tandas. Sácalas a una fuente con papel de cocina que absorba el aceite sobrante y añade el azúcar (mi segundo fallo: cuanto antes eches el azúcar mejor porque al estar caliente el azúcar se derrite un poco y se fija mejor, yo hice mogollón de cosas antes de añadir el azúcar por querer grabar todo con detalle y no quedó bien).
El resultado aunque no sobresaliente, de sabor estaba muy bueno. Me evocan algo que aún no sé qué es, un recuerdo de hace mucho tiempo quizás…
Y esto es todo, dejo el vídeo como siempre. La música es del grandísimo compositor Giuseppe Fortunino Francesco Verdi . Que la disfrutes.