Mis comensales más pequeños, no son de mucho pan. Salvo los bocadillos del almuerzo, sobre todo, los del fin de semana que tienen fútbol, ésos no los perdonan. Pero, de normal, no comen mucho pan. Ésta es una magnífica forma de que lo hagan. Yo los he hecho con sobrasada y queso, pero podéis hacerlos con lo que queráis, enrollados o rellenos, como más os gusten...
Simplemente, vamos a coger la masa que tenemos y, con cuidado, vamos a hacer unos listones con ella. Cortamos lo más delicadamente que podamos.
Ponemos el horno a precalentar, a 240º-250º.
En un plato, vamos a hacer una mezcla de especias o de semillas. Yo he hecho la mezcla con semillas de sésamo y de amapola.
Vamos poniendo por encima trocitos de sobrasada, o pequeñas porciones de queso y extendiendo un poco.
Una vez hemos hecho esto, pasamos los palitos de masa, por una de las caras que no tienen sobrasada o queso, por la mezcla de semillas. Retorcemos un poco los palitos para que se vean alternativamente los trozos con mezcla y los trozos con semillas. Colocamos sobre una bandeja de horno que, previamente, habremos forrado con papel de hornear.
Llevamos la bandeja al horno y bajamos la temperatura del mismo a 210º-220º. En unos 8-10 minutos, deberíamos tenerlos listos, o cuando veamos que han dorado. Este tiempo estará muy en función de nuestro horno.
Una vez dorados, los sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
En casa fueron un éxito estos palitos de sabores.
¡Espero que os guste!
Gracias por entrar en mi cocina