Bueno la receta de masa madre ya la tenéis colgada en el blog, solo tenéis que picar este enlace, masa madre. Por lo demás es un panaco espectacular, de miga densa, corteza firme, que lo protege de secarse y un sabor delicioso. Así que nada no hay excusa.
700 g. de harina de fuerza
2 cucharaditas de azúcar
15 g. de levadura fresca
3 cucharadas de masa madre, unos 70 u 80 g.
Una cucharada de sal
Pimienta molida
300 ml. De agua templada
Un chorreón de aceite de oliva
Paciencia. mucha
Partimos de nuestra masa madre. Ya la tenemos así, que mezclamos la mitad de la harina, con 150 ml de agua tibia, 5 g. de levadura, 2 cucharaditas de azúcar y las 3 cucharadas de masa madre. Mezclamos, amasamos y dejamos fermentar 48 horas. Cuando lo destapemos, tendrá un aroma, brutal a levadura casera. El azúcar ayudará a poner las levaduras cardiacas.
Pasado este tiempo, añadimos el resto de la harina, 10 g. de levadura, 150 ml de agua templada y el aceite de oliva, más la sal y la pimienta molida. Amasamos por periodo de unos 15 ó 20 minutos. La cantidad de agua, dependerá mucho de la harina. Hemos de conseguir que la masa, sin llegar a ser pegajosa, ha de pegarse ligeramente en la encimera, solo ligeramente, y que sea firme, pero sedosa. Tapamos el recipiente con film transparente y a fermentar unas 12 horas.
Pasado este tiempo, eliminamos el aire, apretando la masa y hacemos una bola. Para que no se nos desparrame, lo he puesto en un molde engrasado y con harina. Dejamos que duplique el volumen, unas dos horas más.
Horno a 200-220ºC, con un recipiente de agua dentro, para mantener la humedad. Horno por arriba y por abajo y con ventilador. Una vez alcanzada la temperatura, rociamos con un pulverizador con agua por encima del pan y lo introducimos en el horno unos 35-40 minutos. Pasados unos 20, lo sacamos y pulverizamos nuevamente. Para dentro nuevamente, hasta que veamos que empieza a dorar con ese color precioso que toma el pan.
Lo sacamos, damos unos golpecitos con los nudillos en la base del pan y si suena a hueco, está listo. Colocamos en una rejilla, para evitar que sude la base y se nos reblandezca y a partir de aquí es, vuestro parto, así que a disfrutarlo como queráis. Un abrazo