INGREDIENTES:
450 grs. Harina de Fuerza
40 grs. Azúcar
100 ml. Agua
100 ml. Leche
30 grs. Mantequilla
20 grs. Sal
20 grs. Levadura fresca de panadero
1 Huevo ELABORACIÓN:
Pondremos en un bol, el agua, la leche y el agua. Removemos un poco y agregamos la harina tamizada, el azúcar y la sal. Amasaremos con una espátula hasta que la masa se desprenda de las paredes del bol.
Depositaremos la masa en la mesa de trabajo y amasaremos un poco a mano. Añadiremos la mantequilla a temperatura ambiente y la levadura desmenuzada, repartiéndolo bien por toda la masa.
Al principio la masa se pegará un poco en la mesa pero a medida que se vaya amasando se podrá trabajar con más facilidad, ya que tendrá más consistencia.
Si cuesta trabajar la masa la podemos tapar con un paño y reposar unos 5 minutos, así será más fácil amasar.
Amasaremos durante unos 10 minutos. Para saber si ya está bien amasado, cortaremos un trocito de masa y la estiraremos con las manos y si no se hacen agujeros muy grandes ya estará a punto.
Haremos una bola y dejaremos fermentar dentro del bol, con un poco de harina en el fondo, hasta que doble el volumen. Taparemos el bol con paño.
Una vez fermentada la sacaremos del bol y cortaremos la masa en cuatro partes. Haremos unas bolas con las porciones de masa.
Para hacer las bolas cogeremos la pieza y la vamos llevando hacia el centro, girando hasta conseguir la bola y dándole una forma cóncava a la mano conseguiremos hacer bien la bola.
Untaremos el molde rectangular por todos los lados con aceite y depositaremos las bolas a un lado del molde. Taparemos con un paño y dejaremos fermentar en un sitio cerrado. Tiene que llegar casi al borde del molde.
Antes de hornear taparemos el molde y lo dejaremos reposar unos 10 minutos más. También puede ir sin tapa, entonces no quedará completamente cuadrado. Se puede tapar también con una madera o una bandeja de horno, siempre untada con aceite para que no se pegue.
Hemos precalentado el horno a 250º centígrados por arriba y abajo y horneamos durante 10 minutos. Después bajamos la temperatura a 190º centígrados y cocemos durante unos 25 minutos más.
Al salir del horno desmoldamos enseguida y lo depositaremos encima de una rejilla hasta que se enfríe totalmente.
Para cortarlo tiene que estar completamente frío y después lo podemos guardar en una bolsa de plástico para que no se reseque. Os aconsejo que veáis nuestro vídeo de Pan de Molde sin Masa Madre para una mejor comprensión de todo lo explicado.