De alguna manera había que gastar ese zumo de naranja industrial que rondaba por la cocina.
En un pan... el pan es tan agradecido que todo lo que pongas le queda bien y más si es pan para el desayuno.
Mezclamos trigo y centeno, aromatizamos las harinas con un zumo y miel, lo vestimos con unas semillas variadas y lo convertimos en un lujo.
Un poquito de queso fresco, mermelada casera y el desayuno diario se convierte en la mejor comida del día.
Ingredientes
300 ml de zumo de naranja (en esta ocasión era industrial)
25 ml. de aceite
Un huevo semibatido
Una cucharada de miel
10 gr. de sal
Dos cucharadas de leche en polvo
275 gr. de harina de fuerza
150 gr. de harina de centeno
Un sobre de levadura seca
Preparación en panificadora
Metemos los ingredientes en la cubeta en el orden arriba indicado.
Programamos pan de molde o similar.
Cuando la panificadora pite por segunda vez ponemos las semillas por encima.
Cuando la máquina termine sacamos el pan de la cubeta y dejamos enfriar en una rejilla.