Como todas sabéis la pasta se amolda a multitud de preparaciones. El Recetario Mañoso a través de su nueva anfitriona Rosalía del Blog ROSSGASTRONÓMICA, conjuntamente con Sefa del Blog El Buen Yantar de Sefa nos lo explican detalladamente en el post dedicado a este popular alimento tan presente en nuestras cocinas.
Una plato vistoso donde los haya es la pasta rellena. Mi propuesta es un entrante dejando para el segundo la carne o el pescado. Es una receta entretenida, más que complicada, que requiere algo de tiempo. Tiene la ventaja de que se puede hacer en dos partes, un día la salsa, y al día siguiente cocer la pasta, rellenar, y gratinar. Siempre tiene que servirse recién sacada del horno.
Ingredientes para 4 personas (orientativo porque depende del tamaño de la pasta)
Pasta grande (4 unidades por persona)
3 champiñones medianos por persona, muy frescos
180 g de queso gorgonzola suave
Queso parmesano rallado
La parte blanca de dos puerros medianos
2 cebollas de verdeo medianas
1 calabacín (250g)
1 chorrito de vino blanco
2/3 ajos
7/8 nueces
400 ml de nata (crema de leche) para cocinar
Caldo de carne
Tomillo fresco
Pimienta rosa
Sal
Si no queréis usar nata (crema de leche)
Maicena/ Espesante alimentario
Caldo de carne
Cortar todas las hortalizas y los champiñones a trozos bien pequeños y picar el ajo. Sofreír bien la cebolla. el puerro y el ajo sin que cojan color (no debe quedar crudo). Añadir el calabacín, dar unas vueltas y echar los champiñones. Subir el fuego y sofreír unos instantes hasta que cambien de color. Añadir el vino (he usado un Riveiro) Evaporar completamente el líquido.
Pelar y picar a cuchillo las nueces y añadir a las hortalizas junto con la pimienta rosa y el tomillo.
Remover y condimentar con sal. No mucha porque aún hay que añadir el queso.
A continuación, a fuego mínimo, añadir 3/4 de la nata (crema de leche). Mezclar de nuevo e incorporar el queso gorgonzola a trozos. Remover suavemente para que se vaya fundiendo con el calor.
Cocinar la salsa a fuego mínimo. Remover de vez en cuando para comprobar el espesor. Añadir poco a poco el resto de nata (crema de leche) hasta que la salsa quede a vuestro gusto.
Al enfriar espesa algo más. Si veis que os ha quedado muy espesa disolver la salsa con un poquitín de caldo, pero no creo que sea necesario. Observar la fotografía, la textura de la salsa debe tener suficiente espesor para que se mantenga dentro de la pasta sin problemas pero tampoco tiene que quedar como una masa de croquetas.
Rectificar el condimento si fuera necesario. Hay que tener en cuenta que al enfriar suele pontenciarse el sabor.
Hervir la pasta en abundante agua con sal según indique el fabricante. Escurrir y dejar enfriar. Si lo deseáis podéis untarla con un poco de aceite de oliva antes de rellenar.
Rellenar la pasta hasta el borde. Colocar en una bandeja para horno apoyada una con otra para que se mueva lo menos posible. Echar queso parmesano en polvo por encima y gratinar.
Es preferible que primero calentéis un poco la pasta a 200º y a continuación pongáis el grill. Vigilar que no se quemen.
Para quienes prefieran no usar nata (crema de leche). Añadir una cucharada justa de maicena al sofrito una vez terminado. Dar unas vueltas para que se cueza un poquito y echar caldo de carne caliente. Controlar el espesor añadiendo más o menos líquido al gusto de cada cual. Podéis utilizar también un espesante alimentario en el lugar de la maicena
¡Para ponerse a llorar de buena que está!...