Es curioso como llegan nuevas recetas a nuestras manos. Fui a la frutería a comprar unas cebollas y vi la caja de los boniatos. Le dije a la frutera que me pusiera unos cuantos para hacer unos panecillos de boniato y fue cuando me dijo que ella hacía un pastel muy rico con ellos. Me faltó tiempo para sonsacarle la receta, y hacerla, y como ella decía, el resultado es espectacular. Ha gustado mucho en casa, incluso a mi madre, que no es muy dulcera. La textura es más densa que la de flan al llevar harina entre sus ingredientes, pero tampoco recuerda a un bizcocho. De cualquier forma, si os gustan los boniatos os encantará esta receta. Y si queréis vestirla de fiesta podéis completarla con algunos adornos en buttercream, chocolate o nata (crema de leche) y convertirla en una tarta de fiesta. La mía es simple, sólo lo que se ve, sin florituras, pero lo suficiente para disfrutar de nuevo de otra receta con boniatos, y no será la última de esta temporada.
INGREDIENTES (se entienden vasos de agua):
1 vaso de harina
1 vaso de leche
2 vasos de azúcar
4 huevos
1/2 Kg. de boniatos
1 cucharada de mantequilla
Canela molida
PREPARACIÓN:
Cocemos los boniatos en agua caliente hasta que estén blandos. Sacamos y dejamos que se enfríen para poder pelarlos.
Después de pelarlos los trituramos. Batimos junto con el resto de ingredientes, salvo la canela. Engrasamos un molde (el mío de 18 cm. de diámetro). Vertemos la mezcla dentro.
Horneamos en el horno precalentado a 180º durante una hora o hasta que al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. Sacamos. Dejamos enfriar y metemos en el frigorífico sin desmoldar. Mejor hacerlo de un día para otro. Desmoldamos, añadimos la canela molida por encima y servimos.
Es un postre ideal para esta época, aunque este otoño parezca más verano que otra cosa, tenemos que seguir aprovechando los productos de temporada, que pronto estaremos inmersos en la campaña navideña y tendremos que dejar paso a otro tipo de dulces.
Feliz fin de semana.
Lidia.