Me he propuesto ir gastando todos los botes de hierbas y especias que tengo en la despensa antes de comprar otros. Es el caso de un bote de chimichurri que se compone de: Pimentón, perejil, orégano, ajo, cebolla, cayena y pimienta. Me pareció ideal para darle sabor a este pastel de calabacín y ha quedado para repetir.
6 raciones:
-2 ó 3 calabacines grandes
-900 g. de carne de cerdo picada
-1 puerro picado
-una cucharada de hierbas chimichurri Carmencita
-sal
-aceite de oliva virgen extra
-cuatro cucharadas de tomate frito
-500 ml de bechamel
-quesos variados para gratinar
(manchego, gouda,...)
-albahaca picada
Cortamos el calabacín en rodajas de medio centímetro.
Ponemos una capa en la base de una fuente de horno amplia.
Salamos.
Sofreímos la carne hasta que esté dorada con una cucharada de aceite de oliva, Añadimos el puerro picado y rehogamos hasta que se ablande. Incorporamos las especias chimichurrri, una pizca de sal y el tomate. Removemos y colocamos sobre el calabacín.
Cubrimos con otra capa de rodajas de calabacín.
Cubrimos con la bechamel y los quesos.
Espolvoreamos con albahaca.
Metemos en el horno a 220ºC durante media hora, o hasta que al pinchar con un cuchillo notemos que está blandito.
Bon profit!
Con esta receta participo en la iniciativa de Thermofan 1 +/- 100, desperdicio 0, donde todo el que quiera participar puede aportar recetas de aprovechamiento, cuidando así de nuestro planeta.