, que aunque seguro que ya alguien ha probado (dudo mucho que nosotros seamos los primeros en hacerlo...), no hemos visto en ninguna de las recetas que han caído en nuestras manos. Ese ingrediente es el parmesano.
Hay muchas variantes del plato: con verduras, con jamón, con carne de pollo... pero nosotros vamos a hacer el sofrito de la base añadiéndole ese sabor y textura que la da el queso parmesano. Os recomiendo que lo probéis, ya que vais a quedar encantados. Y ya sin mas... a ponerse el delantal y a cocinar!
Los ingredientes que hoy os indicamos, serian como para unas 3 personas. Nosotros lo realizamos para comer nosotros, y nos sobro como para otra persona. Eso si, me ha venido de maravilla, ya que guardado en un táper, ya tengo comida para el trabajo!
Ingredientes:
500 gr de carne picada mezcla
1/2 cebolla
1 zanahoria
1/2 vaso de vino blanco
Un brick pequeño de tomate frito (unos 210 gr)
Queso parmesano rallado (la cantidad la dejo al gusto de cada uno)
Queso rallado para gratinar
1 sobre de puré de patatas instantáneo (esto lo podemos cambiar por pure de patatas casero, que seguro que queda delicioso también)
Sal
Preparación:
Pelamos y picamos finamente la cebolla. La zanahoria la pelamos y la cortamos en cuadraditos de mas o menos el mismo tamaño.
En una sartén con aceite y a fuego medio, pochamos la cebolla junto con la zanahoria.
Cuando veamos que la cebolla está doradita, echamos la carne picada. Salamos y removemos hasta que la carne esté lista.
Vertemos el medio vaso de vino blanco y dejamos unos minutos que hierva para que se evapore el alcohol. Seguidamente incorporamos el brick de tomate frito y movemos con la paleta para integrar todo bien.
Pasados unos minutos, echaremos el queso parmesano (la cantidad ya depende de lo que te guste el queso. Lo dejo en vuestras manos). Damos vueltas a la mezcla para que se funda bien junto con el resto de ingredientes. Apartamos del fuego y probamos para rectificar de sal en caso de ser necesario.
Precalentamos el horno a 200º arriba y abajo.
Vertemos la carne en una fuente de horno, para que sea la base del pastel.
Prepararemos el puré tal y como nos indique en el envase (suele ser necesario agua, leche y sal). Una vez lo tengamos, solo nos quedara cubrir la carne con el, extendiéndolo por toda la superficie.
Esparcimos el queso rallado para gratinar y llevamos al horno.
Lo tenemos en el horno hasta que el queso se haya fundido (nosotros no lo hemos dejado que se gratine, solo con que estuviera fundido nos valía, pero si preferís que se gratine quedará estupendo)
Sacamos del horno y...a comer!
Como habéis visto, la preparación del plato es sencilla, no lleva demasiado tiempo y de verdad, que queda delicioso. Además, como es un plato que lleva ingredientes contundentes, sirve perfectamente como plato único. Ánimo y ya nos contareis!
Un saludo a tod@s y buen provecho!
Participo en el Carrusel de Blogs de Las Cosas Ricas de Gaby