Últimamente a pesar de que entro y estoy pendiente de los blogs que suelo visitar, casi no me da tiempo de escribir comentarios, por ello desde aquí pido disculpas, ya que al igual que a mi me ilusiona y me gusta leer lo que transmiten mis platos, siento la necesidad de decir mi parecer (siempre en positivo) de las recetas con las que disfruto entrando en otras cocinas a través de ésta maravillosa ventana que es internet.
Desde aquí y con éste pastel quiero agradecer una vez más y no me canso por ello, vuestras visitas, comentarios y muy especialmente en ésta ocasión a Dolorss por su amistad, cariño y buen hacer en el mundo bloguero, para mi un referente desde que la conocí hace dos años. No dejen de visitar su magnifico blog http://blogdecuina.blogspot.com
Este pastel o bizcocho, es de mi apreciado libro 500 pasteles de Susanna Blake, con el que seguimos disfrutando en “Mi cocina”; nunca me imaginé al comprarlo que acabaría probando y haciendo casi todos sus pasteles. ¿Quién me iba a decir a mi que yo algún dia sería capaz de hacer bizcochos? Cuando lo mio es los potajes, los platos contundentes y la cocina popular, casera y de toda la vida de mi madre, la del dia a dia, eso sí malagueña por los cuatro costados. ¡¡ La vida da muchas vueltas !!
Curiosamente, una vez que lo hice, me di cuenta que era el que estaba fotografiado en la portada, cuando lo probé comprendí el por qué, estoy totalmente segura que a la escritora le ocurrió como a mi, de todos los que he ido probando es el que más me ha gustado, igual es su favorito.
Lo único negativo, pelar los pistachos, casi me quedo sin uñas.
Un cambio que realicé, el original tiene un relleno de crema de limón, yo no se la puse.
El glaseado lo hizo con colorante alimentario color pistacho, en su lugar se me ocurrió darle un toque de color con trocitos de pistachos triturados (Dice el refrán que a falta de pan: buenas son tortas).
¿Cómo lo hice?
Precalentar el horno a 180º C y engrasar un molde con mantequilla.
Pelar y triturar 75 gramos de pistachos (usé el robot de mi minipimer).
Batir 170 gramos de mantequilla a temperatura ambiente con 170 gramos de azúcar blanca, hasta que blanquee y esté cremosa.
Añadir tres huevos, uno a uno sin dejar de batir.
Agregar 60 gramos de pistachos, el resto reservar para decorar.
Tamizar 110 gramos de harina con levadura (uso Harimsa, que ya la trae incorporada), removiendo hasta que quede bien integrada.
Echar la masa en el molde y hornear durante unos 25 minutos aproximadamente (depende del horno y del molde que se utilice) hasta que esté dorado.
La prueba: meter un palillo y que salga seco.
Desmoldar el bizcocho y dejar que se enfrie.
Mientras preparar el glaseado:
Poner dos claras de huevo en un bol e ir añadiendo azúcar glass (unos 150 gramos aproximadamente) hasta que la mezcla espese.
Agregar una cucharadita de zumo de limón, remover.
Untar el pastel con el glaseado ayudándose con una brocha, echar por encima los trozos de pistachos reservados.
Delicioso pastel, ideal para una merienda, acompañado con una taza de té.
¡¡ Disfrútenlo !!