Incorporar pistachos a nuestros dulces es una opción muy saludable. Por algo son uno de los frutos secos más apreciados debido a su alto contenido en nutrientes y proteínas vegetales. Digestivos, ricos en grasas saludables y bajos en carbohidratos. Contienen también mucha fibra, vitaminas y minerales como el magnesio, potasio y fósforo.
En resumen una joya de fruto seco que además son riquísimos y que no solo sirven para tomar como tentempié.
Un acierto incorporarlos a este delicioso bizcocho que queda muy jugoso y muy bien equilibrado en dulzor y sabores.
Ingredientes:
120 gramos de Mantequilla a temperatura ambiente
2 Huevos
100 gramos de Azúcar
Ralladura de un limón
100 gramos de Harina (de repostería)
10 gramos de Levadura (polvo de hornear)
100 gramos de Pistachos tostados sin sal
Para el glaseado:
150 gramos de Azúcar glas
3-4 cdas. de zumo de limón
Lo primero, como siempre, es encender el horno a 180 grados para que se vaya calentando.
Empezamos por triturar de manera basta los pistachos, tienen que quedar en trocitos.
En un bol vamos a poner la mantequilla junto al azúcar y los integramos muy bien hasta formar una pasta. Agregamos ,la ralladura del limón, los 2 huevos y mezclamos.
Incorporamos la harina junto a la levadura y por ultimo los pistachos que hemos triturado anteriormente – reservando unos pocos para la decoración.
Pasamos esta masa a un molde bien engrasado y lo horneamos durante unos 30-35 minutos a 180 grados con calor arriba-abajo.
Para el glaseado solo tendremos que mezclar el azúcar glas con un poco de zumo de limón y mezclar bien.
Una vez frío nuestro bizcocho lo cubrimos con el glaseado y espolvoreamos con los pistachos en trocitos reservados anteriormente.
Dejar secar el glaseado y a disfrutar de este sencillo pero riquísimo bizcocho.
¡Un postre de domingo realmente genial, fresco y sensacionalmente delicioso!
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Bon appétit Mama
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