Estoy convencida de que una vez que hayáis probado este bizcocho, se convertirá en uno de vuestros favoritos. Es perfecto. Lo tiene absolutamente todo. No exagero.
Es tiernísimo. Es jugoso. Es cremoso. Es húmedo (sin necesidad de tener que dejarlo poco cocido). Y, a medida que pasan los días, está incluso mejor que recién horneado. De hecho, yo os aconsejo consumirlo al día siguiente, porque habrá tomado más sabor y comprobaréis que la miga no habrá perdido ni un ápice de ternura. Además, contiene muy poquito azúcar (tan solo 50 gramos) y mucha (pero que mucha) fruta: cuatro plátanos y un kiwi. A mi entender, me parece un muy buen bizcocho para los niños. Comen un dulce, sí, pero cargado de fruta, con una cantidad de azúcar bastante razonable, y con la mejor grasa que podemos utilizar, aceite de oliva virgen extra.
Para darle un poco de textura a la masa, contiene una buena cantidad de pistachos. Yo los dejé enteros; a estas alturas es por todos conocida mi querencia por los trozos grandotes de frutos secos y/o chocolate y/o fruta en cualquier masa. Pero, si no os resulta agradable encontrar trozos entre la miga, siempre podéis picarlos finamente.
A mí me parece que resulta ideal para el desayuno. Es un pastel súper apetecible a esa hora del día o, incluso, a media mañana.
Y, por último, para rematarlo, preparé un glaseado de azúcar y leche, al que espolvoreé una ingente cantidad de pistachos y, con la intención de tratar de asemejar las semillas del kiwi, le añadí sésamo negro.
Os animo encarecidamente a que lo probéis. ¡Espero los vuestros!
Bizcocho de plátano, kiwi y pistachos:
Receta adaptada de "Bizcochos superfáciles" (RBA)
INGREDIENTES
1 kiwi
4 plátanos
100g de pistachos pelados
300g de harina
1 y 1/2 cucharaditas de levadura química en polvo
50g de azúcar moreno
85g de aceite de oliva virgen extra
2 huevos L
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 160°C. Pelamos el kiwi, y lo cortamos en dados. Pelamos los plátanos y los chafamos con un tenedor. Reservamos la fruta para utilizarla más adelante.
Continuamos batiendo el aceite con el azúcar. Añadimos los huevos, y seguimos batiendo para obtener una mezcla cremosa.
Agregamos el puré de plátano, mientras batimos.
Incorporamos la harina tamizada con la levadura, y mezclamos con suavidad. Añadimos los pistachos y, por último, el kiwi. Mezclamos,de nuevo, con suavidad, pra que se repartan entre la masa.
Vertemos la preparación en un molde de corona de 23-25cm (engrasado y con la base cubierta con papel vegetal), y horneamos 30-35 minutos a 160°C. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Para el glaseado, mezclamos azúcar glas con un chorrito de leche. Cuando tenga la textura deseada, lo vertemos sobre nuestro bizcocho, y terminamos con unos pistachos y unas semillas de sésamo negro.
¡¡¡Un besazo!!