No os podéis ni imaginar lo riquísimo que está este bizcocho, con su miga húmeda y sabor a canela.
Junto con el glaseado y los pistachos el resultado final es un dulce irresistible que gustará a todos.
Ingredientes:
125 gr de mantequilla
225 gr de azúcar
2 huevos
165 gr de yogur natural
1 cucharadita de esencia de vainilla
165 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
3 cucharaditas de canela molida
100 gr de azúcar moreno
60 gr de azúcar glas
3 cucharaditas de leche
2 cucharadas de pistachos repelados
Preparación:
Ponemos en un bol 115 gr de mantequilla previamente ablandada a temperatura ambiente, le añadimos el azúcar y batimos, con las varillas eléctricas, hasta que esté cremosa.
Cascamos los huevos y se los añadimos de uno en uno, sin dejar de batir, hasta que se integren. Añadimos el yogur y la vainilla y batimos de nuevo. Incorporamos la harina tamizada con la levadura, y mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes.
Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos con el resto de la mantequilla el molde de plumcake y vertemos la mitad de la masa. Colocamos la canela y el azúcar moreno en un plato hondo y mezclamos. Repartimos por encima de la masa que está en el molde la mezcla de azúcar y canela, y acabamos de rellenarlo con el resto de la masa.
Horneamos el bizcocho unos 50 minutos, hasta que esté cocido. Lo retiramos y esperamos a que se temple. Lo desmoldamos sobre una rejilla y dejamos que se enfríe.
Hacemos la cobertura mezclando en un cuenco el azúcar glas con la leche hasta obtener una crema espesa. Cubrimos el bizcocho con este glaseado, dejando que caiga por los bordes, y decoramos con los pistachos troceados.