Poco a poco se va convirtiendo en un dulce super famoso. Y no es para menos. Su sabor suave y la deliciosa crema de queso que lo cubre, que dicho sea de paso, le va a la perfección hace que poco a poco vaya ganando adeptos.
Y si encima lo acompañas con piña troceada, se torna en un pastel con un sabor deliciosamente dulce y con una humedad y esponjosidad excelente.
TARTA de ZANAHORIA con PIÑA
INGREDIENTES (usé las medidas estándar de las tazas medidoras)
Para el bizcocho
2 tazas de zanahoria rallada
1 taza de piña troceada al natural
1 taza de azúcar
2 tazas de harina de trigo
4 huevos grandes
1 taza de aceite de oliva suave o de girasol
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vainilla en pasta o líquida
1 cucharadita de polvo para hornear
1/4 de cucharada de canela en polvo
1/4 de cucharada de nuez moscada
1/2 cucharadita de sal
Para la crema de queso
380 grs de queso crema frío
90 grs de mantequilla blanda
1 1/4 taza de azúcar glas
1 cucharadita de vainilla líquida
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo.
En el bol de la batidora ponemos los huevos junto con el azúcar y el aceite. Batimos hasta conseguir una mezcla blanquecina y homogénea.
Tamizamos al harina junto con el resto de los ingredientes secos y lo añadimos a la mezcla de huevo y azúcar. Mezclamos hasta integrar.
Agregamos la zanahoria, la esencia de vainilla y la piña cortada. Batimos un par de minutos para no airear demasiado la masa.
Repartimos la masa en el molde (en mi caso de 18 cms) previamente engrasado y horneamos unos 25 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Dejamos enfriar, desmoldamos y reservamos.
Para la crema de queso batimos por unos 5 minutos la mantequilla hasta que quede blanquecina. Añadimos el queso crema que habremos sacado en ese instante y seguimos batiendo hasta que los dos ingredientes se integren.
Añadimos el azúcar glas (cuidado con la nube de azúcar) y la vainilla. Integramos bien, rellenamos una manga pastelera con una boquilla grande y dejamos enfriar unos 15 minutos en la nevera para que adquiera la consistencia perfecta para rellenar y decorar nuestro pastel.
Cortamos el copete a nuestra tarta y después por la mitad. Colocamos crema sobre la base que nos servirá para emplatar y sobre ésta, la primera mitad de nuestra tarta. Ponemos una capa generosa de crema y encima la otra mitas. Nivelamos y dejamos estabilizar en la nevera junto con la crema sobrante. Unos 30 minutos bastarán.
Cubrimos el pastel con el resto de la crema y con ayuda de la manga pastelera, hacemos la decoración. Yo acabé utilizando la misma miga del pastel con un poco de purpurina brillante que mezcle con azúcar. Podéis utilizar nueces, coco o incluso piña.
Imaginación al poder. ¡Qué os aproveche!
"Imaginación al poder"