A Carmen, como seguramente a muchos de vosotros, eso de añadir zanahoria, calabacín o calabaza a un bizcocho o pastel era algo que la descolocaba un poco, y no me ponía muy buena cara cada vez que le proponía prepararlo.Sin embargo, y gracias a mi insistencia en hacer este pastel tan conocido, por fin un día accedió.
Ahora llegaba el momento de prepararlo y de buscar que receta era la que mas me convencía. Mirando y mirando, la verdad es que no encontré ninguna que me agradara totalmente. Así que cogiendo un poco de cada una (aunque estoy seguro que esta receta tal cual la hice, ya alguien la había preparado, solo que no la encontré..jeje), decidí prepararla a nuestra manera. Por supuesto no podía faltar el ingrediente estrella de este pastel, como es la zanahoria. Después, añadir un fruto seco le iba de maravilla, y a falta de nueces que no teníamos, nos decantamos por unas almendras troceadas. El resto ya lo que os podéis imaginar: harina, azúcar, levadura... Y uniendo todo, el resultado fue una tarta deliciosa, con un toque dulce de la zanahoria que, incluso a Carmen le sorprendió y agradó. No se imaginaba que la verdura en repostería podía dar tan buenos resultados.
Pero aunque la tarta ya estaba muy rica sola, yo quería hacer algo mas, algo que le diera un punto mas vistoso. Esto no es algo original, ni mucho menos, ya que lo podéis ver en muchísimas recetas, y es que los frosting son muy habituales para acompañar los Carrot Cake. Y siendo algo tan rápido y sencillo, no pude resistirme a prepararlo. Así que ya teníamos la receta completa: un pastel de zanahorias acompañado con una cobertura de frosting de queso. ¡Que mas podíamos pedir!
Ahora ya damos paso a la forma de hacerlo. Como ya habréis visto, hace muy poco os propusimos la receta del frosting de queso, y hoy os presentamos uno de los muchos usos que le podéis dar. Así que sin mas, todos a coger los delantales y a la cocina!
Ingredientes(para un molde de unos 22 cm):
3 huevos
180-200 gr de zanahorias
150 gr de harina
3/4 del sobre de levadura
93 ml de aceite de girasol (1/4 de vaso mas o menos)
150 gr de azúcar
1/2 cucharadita de canela
3 cucharadas de almendra troceada
Frosting de queso
Preparación:
Lo primero que haremos será pelar y picar muy bien la zanahoria. Otra opción seria rallarla, pero nosotros preferimos hacerla mas picadita. Reservamos.
Separamos las yemas de las claras de los huevos. Reservamos las claras.
Batiremos las yemas junto con el azúcar hasta que comprobemos que esta todo bien unido. Una vez lo tengamos, verteremos el aceite y continuaremos batiendo para obtener una mezcla homogénea.
Añadimos la canela, la zanahoria y la almendra y batiremos para integrarlo todo bien.
En este momento, echaremos la harina y la levadura tamizadas y mezclaremos para que no quede ningún grumo. Reservamos.
Ahora, antes de seguir, untamos el molde con mantequilla y lo enharinamos. Precalentamos el horno a 190º con calor arriba y abajo. En el momento de meterlo, dejaremos el calor solo abajo.
Continuamos con la preparación: montamos las claras a punto de nieve y lo unimos con la mezcla que teníamos. Con movimientos envolventes y con paciencia, iremos uniendo las dos partes, hasta que quede todo bien mezclado.
Lo vertemos en el molde y lo llevamos al horno.
Lo tendremos unos 35-40 minutos, comprobando como siempre con un palillo o cuchillo que salga limpio al pincharlo.
Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Preparamos el frosting (ver receta), y una vez frío el pastel, lo cubriremos con el. Lo conservamos en la nevera hasta que se consuma.
Un uso diferente para las zanahorias que seguro, una vez os animéis y lo probéis, os encantará y os sorprenderá a partes iguales.
Un saludo a tod@s y buen provecho!