Estamos en plena temporada de bonito y os aconsejo que no os perdáis esta receta típica asturiana que está riquísima,es fácil de hacer y además admite la congelación muy bien por lo tanto podéis cocinar un día y tener preparados unos rollitos o pasteles de bonito y sacarlos en cualquier momento.Son muy jugosos y os aseguro que os gustaran.
Me salieron tres pasteles o rollos uno grande y dos pequeños.
Ingredientes:
600 gr. de bonito fresco
3 lonchas de jamón serrano o tocino
8 aceitunas rellenas de anchoa
2 pimientos del piquillo o unas tiras de pimiento asado
2 huevos cocidos
1 huevo crudo
2 cebolletas
2 dientes de ajo
perejil
laurel
sal
pimienta
azafrán o colorante
harina para rebozar
2 Cd de pan rallado
1 vaso de vino blanco
200 ml de caldo de pescado
1 vaso de aceite de oliva Virgen Extra Selección de Abril
patatas panaderas para acompañar
Preparación:
Cocer los 2 huevos pelar y reservar.
Retirar la piel y las espinas del bonito y picar finamente a cuchillo(también lo puedes hacer con un procesador).
Picar el resto de ingredientes muy finos y comenzamos a formar el pastel o rollo.
En un bol ponemos el bonito,1 diente de ajo,perejil,1 cebolleta,huevos cocidos,aceitunas,jamón o tocino,sal y pimienta,mezclamos muy bien todo.
Añadimos el huevo crudo y amasamos con las manos como si hiciésemos albóndigas,añadimos las 2 Cd de pan rallado tiene que quedar una masa compacta.
Formamos uno o varios rollos con las manos y nos ayudamos con la harina,si te resulta difícil ayúdate con papel film.
Freír en la mitad del aceite dándole vuelta para que se dore bien por todos los lados y reservamos.
Hacemos la salsa con aceite restante y doramos la otra cebolleta muy picada,el ajo y el laurel cuando la cebolla esté pochada le añadimos el vino blanco una pizca de azafrán o colorante y un poco de caldo de pescado.
Añadimos los pasteles o rollos y dejamos cocinar a fuego lento sobre 20 minutos.Retirar y dejar enfriar.
Una vez frío lo podemos cortar en rodajas perfectamente y después calentarlo con un poco de su salsa.
Servimos con unas patatas panaderas y cebollino.
Vale la pena hacerlo a los niños y a los abuelos es un plato que les encanta,es suave,no tiene espinas y muy jugoso.