La semana pasada nos reunimos a cenar en casa con unos amigos, compañeros de visionado semanal de Juego de Tronos. Así que como hacía tiempo que le dábamos vueltas a preparar una receta seriéfila, pues no había mejor ocasión que esta.
Finalmente nos animamos a preparar una de las ensaladas del reino sur que aparecen en el libro de recetas oficial, que por cierto nos gustó mucho con su aliño de mermelada. Por otra parte, no nos resistimos a preparar un dulce de postre y nos decantamos por los pastelitos de limón que se comía Sansa Stark. Puede que odiéis o améis su personaje, pero lo que seguro que amaréis son sus pastelitos que quedan recubiertos con una capa cremosa de limón .
¿Qué necesito?
110 gr de azúcar
3 huevos
3 cdas de harina
160 ml de buttermilk (o 160 ml de leche + 2 cdas de zumo de limón)
2 1/2 cdas de zumo de limón
ralladura de 1 limón
pizca de sal
¿Cómo lo hago?
Precalentamos el horno a 160º y engrasamos con mantequilla un molde de muffins y lo espolvoreamos ligeramente con azúcar glas.
Tamizamos la harina junto con el azúcar y la sal. Por otro lado, en un bol batimos la buttermilk, el zumo de limón, las yemas y la ralladura de limón. Incorporamos poco a poco la harina y batimos hasta que quede una masa lisa y sin grumos.
Si no encontramos buttermilk preparada en el supermercado, podemos realizarla nosotros mismos dejando reposar la leche con dos cucharadas de zumo de limón unos 10 minutos hasta que adquiera la textura como de yogur.
Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos en el bol con la masa poco a poco y con movimientos suaves y envolventes, hasta conseguir una masa homogénea.
Repartimos la masa en moldes y los colocamos en una bandeja de horno al baño maría, es decir, colocando agua hasta cubrir por la mitad los moldes.
Tapamos toda la bandeja con papel de aluminio y horneamos durante 25 minutos. Retiramos el papel de aluminio y dejamos hornear otros 15 minutos, hasta que se dore ligeramente la capa superior. Los retiramos del horno, los dejamos enfriar por unos minutos, los desmoldamos y los dejamos reposar sobre una rejilla. Se conservan perfectamente dentro de un táper en el frigorífico.
¡Si os gusta Juego de Tronos no os los podéis perder! Pero si os gusta el limón, ¡tenéis una cita ineludible con estos pasteles!
¿Qué más necesito saber?
Esta receta no forma parte del libro, sino que fue publicada aquí en el blog de HBO "Making Game of Thrones".