Esta es una de las maneras más fáciles de asar unas patatas. Yo creo que la mayoría sabe cómo se hacen, pero siempre hay algún novato al que le viene bien aprender algo tan fácil. Son perfectas para acompañar cualquier carne a la plancha, para unas brochetas o una barbacoa.
Y por supuesto para seguir con la semanita light, se hacen sin aceite. Se pueden tomar así mismo con un poquito de sal, o con un hilito de aceite, un poco de mantequilla a las hierbas o cualquier salsa. Como veis cada posibilidad aumenta las calorías, jajaja. Aquí dejo una salsa de mostaza que está muy rica, pero es sólo una idea porque salsas hay para todos los gustos.
Ingredientes:
- 1 patata por persona
- papel de aluminio
Salsa de mostaza:
- 1 yema de huevo duro
- 2 cucharadas de mostaza de Dijón
- 1/2 limón exprimido
- 3 cucharadas de queso fresco tipo Quark (también se le puede poner queso cremoso de untar)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta negra
Elaboración:
Calentamos el horno a 200ºC.
Lavamos y cepillamos bien las patatas porque las vamos a asar con su piel y la secamos totalmente. Les hacemos una cruz tirando a grande con un cuchillo y las envolvemos en papel de aluminio cada una por separado.
Las metemos en el horno a durante 1 hora aproximadamente. Después de ese tiempo comprobamos con un palillo que están tiernas, porque dependerá del tamaño de la patata. Se pueden abrir dentro del horno porque el papel de aluminio no quema, así que se abre una, se pincha y si está hecha ya se puede sacar.
Para hacer la salsa, hervimos el huevo y ponemos la yema en un cuenco, la chafamos con un tenedor y vamos añadiendo la mostaza, el zumo de limón, el aceite y el queso. Removemos todo bien y sazonamos con sal y pimienta.
Y esto es todo, más simple que un guante, pero te solucionan una guarnición de la manera más fácil.
¡Hasta mañana!
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