Ya os dije que le había cogido mucho cariño a Martín Berasategui, así que hoy repito con una receta suya.
Después de los espaguetis gratinados, las alas de pollo fritas y las patatas asadas, ahora le llega el turno a este guiso sencillo basado en las patatas.
Se prepara en un momento y aunque ya va apeteciendo menos este tipo de platos calientes yo no puedo renunciar a ellos.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Patatas: 800 gramos.
Aceite de oliva virgen extra: 2 cucharadas.
Cebolla: 1.
Ajo: 4 dientes.
Vino blanco: 100 mililitros.
Caldo de pescado o agua.
Perejil.
Sal.
ELABORACIÓN (TRADICIONAL):
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de un centímetrode grosor.
Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo. Picamos el perejil.
En una cacerola, ponemos el aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el ajo con un poco de sal, a fuego muy lento hasta que empiecen a dorarse.
Añadimos las patatas y removemos. Echamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.
Cubrimos las patatas con el caldo de pescado, salamos y añadimos el perejil picado.
Dejamos que se cocinen a fuego lento durante 30 minutos, aproximadamente. O hasta que las patatas estén tiernas.
ELABORACIÓN (CROCK-POT):
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de un centímetrode grosor.
Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo. Picamos el perejil.
En una cacerola, ponemos el aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el ajo con un poco de sal, a fuego muy lento hasta que empiecen a dorarse.
Añadimos las patatas y removemos. Echamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.
Lo pasamos todo a la Crock-Pot y cubrimos las patatas con el caldo de pescado; salamos y añadimos el perejilpicado.
Dejamos que se cocinen a temperatura alta durante 4 horas.