Ingredientes:
400 g. de harina de repostería o poca fuerza
150 g. de azúcar, si tenéis moreno mejor
25 g. de buena miel
175 g. de manteca de cerdo
1 huevo (M)
1 c.c. de agua fría
1/2 c.c. de bicarbonato sódico
1 c.c. de especias en polvo: anís estrellado, jengibre, cardamomo, cilantro, nuez moscada, clavo, pimienta blanca y canela
la ralladura de medio limón y media naranjaElaboración:
Lo primero que haremos es hacer un polvo fino con las
especias. No os digo la cantidad de cada una porque es muy difícil llegar al sabor justo que deberían tener. Esta mezcla exactamente además tiene denominación de origen por unas galletas alemanas, muy navideñas que se llaman Lebkuchen para las que se hace una mezcla exacta de especias, pero que yo he adaptado a mis gustos. Os diré que tengáis especial cuidado con la pimienta, porque sólo debe darle un ligero toque, y con los clavos, con un par de ellos será suficiente al menos para tener para otra receta como ésta. Ir añadiendo medias cucharaditas de todo, del cardamomo podéis poner 5-6 semillas si están bien fresquitas, y de canela una cucharada de sopa, por ejemplo. Ir triturando y rectificando. Merece la pena, el resultado es espectacular. Tamizar.
Tamizamos la harina, el bicarbonato (si no tenéis añadir una cucharadita de impulsor químico) y las especias. Le añadimos la manteca a temperatura ambiente y mezclamos ligeramente, sólo hasta que veamos que se distribuye por toda la harina. Añadir el huevo y hacer lo mismo. Estas masas no necesitan trabajo, simplemente unimos y si lo hacéis con una espátula o con un procesador para no darle mucho calor con las manos, mejor. Añadir agua fría, yo al final sólo utilicé la punta de la cucharita, tener cuidado, sólo es para darle algo de
elasticidad a la masa, a veces no hace falta y si os pasáis puede quedar demasiado blanda.
Hacer una bola y partirla en cuatro trozos. Colocar cada trocito encima de film y darle forma de rulo, cerrando bien para que no se seque. El tamaño elegirlo vosotros, pero estas galletitas no deben ser muy grandes, unos 15 g. por galleta estará bien. Dejar reposar en frío, al menos una hora, para que la manteca vuelva a coger consistencia.
Sacar un rulo, quitarle el papel film y cortar en rodajas. Las podéis ir poniendo directamente así en la bandeja de horno o darle forma de bola en la cuenca de las manos. Realmente estas galletitas son así redonditas.
Colocar un papel sulfurizado en una bandeja de horno y cocer en horno precanlentado de 180ºC, 10 minutos será suficiente, incluso si son muy pequeñas menos tiempo. Tener cuidado porque se queman enseguida.
Cómo presentar las galletas:
He estado investigando y he visto que lo más habitual para estas galletitas es bañarlas en glasa real. Yo la he hecho, aunque lo normal es añadirle unas gotas de limón, con un clara que llevaba en el frigorífico dos o tres días, es decir que estaba muy acidulada, por lo que no he creído necesario añadirle el limón, además no quería enmascarar el sabor de la galleta.
Una clara y azúcar glas en la cantidad necesaria hasta conseguir una pasta espesa, tipo dentífrico o muy poco menos espeso. Sacamos la galleta, la dejamos enfriar sobre rejilla y cogiéndola de los bordes la hundimos en la glasa. La dejamos sobre una superficie muy lisa hasta que seque la glasa.
También las he presentado, para que viérais la diferencia sin nada, con huevo batido antes de hornear, con azúcar glass tamizado y con glasa al agua, que se hace exactamente igual que con la clara pero sólo con unas gotitas de agua fría.
Nota: Estas galletas son las hermanas danesas de las pfeffernüsse alemanas y de las pepernoten holandesas y de otras muchas galletitas europeas especiadas, por ejemplo las specullos belgas. La diferencia es la pimienta, aunque también he leído que pueden no llevarla, que puede ser blanca o negra, hay muchas versiones. Esta es mi propia versión, las cantidades son mías y las especias realmente he puesto las que tenía en casa y que uso con regularidad. Nos han encantado.
Otra nota: Con esta receta participo en el reto de diciembre-enero de Tía Alia.