Creo que lo he contado más de una vez por aquí, pero, por si acaso, repito. Hace muchos años hice una ruta por el cañón del Río Lobos en Soria. Fueron bastantes kilómetros, muy disfrutados, porque el sitio es precioso y al volver al aparcamiento decidimos comer en un restaurante que hay al inicio de la ruta. No sé si fueron las ganas de comer que hice con la caminata o que realmente la comida estaba deliciosa, pero jamás podré olvidar el pollo escabechado que me comí ayer. Y teniendo en cuenta lo “exquisita” que soy cuando como fuera de casa, es un mérito muy grande. Llevaba tiempo con la idea de escabechar pollo, pero nunca encontraba el momento. Hasta que el otro día decidí ponerme manos a la obra y preparé esta pechuga de pollo escabechado en Crock-Pot.
En Aragón es muy típico el conejo escabechado, aunque a mí la carne de conejo no me hace mucha gracia, así cocinado me entusiasma.
Hay muchas maneras de preparar el escabechado y entre todas las recetas que consulté me quedé con la de Anna Recetas Fáciles
Ingredientes (para 2 pechugas enteras):
Pechugas de pollo.
Aceite de oliva virgen extra.
Vinagre blanco: 125 mililitros.
Vino blanco: 125 mililitros.
Cebolla: 2.
Tomates Cherry: 200 gramos.
Ajo: 6 dientes.
Tomillo seco: una cucharadita.
Laurel: 2 hojas.
Pimienta negra en grano: una cucharada.
Cayenas: 2.
Sal.
Elaboración de la pechuga de pollo escabechado en Crock-Pot:
Sala la pechuga de pollo y ponla en la olla.Corta la cebolla en juliana, dales un golpe a los dientes de ajo y lava y seca los tomates. Retira las semillas de las guindillas.
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla. Cuando empiece a tener color, echa los dientes de ajo, la pimienta negra, el tomillo y el laurel. Mezcla todo. Echa el vino blanco y el vinagre y sube el fuego. Mantén la sartén al fuego hasta que se evapore el alcohol.
Cubre la pechuga de pollo que está en la olla con esta salsa, añade los tomates cherry y cocina durante 90 minutos en temperatura alta. Aunque la pechuga de pollo no esté cubierta por líquido, no es necesario que añadas agua, ya que el propio jugo de la carne aumentará el volumen de caldo.
Si tienes un termómetro-sonda, puedes comprobar la temperatura de la carne antes de sacarla de la olla. La temperatura ideal para que el pollo esté hecho, es de 74ºC en el centro de la pieza.
Cuando tu pechuga de pollo esté lista, sácala de la olla para que no se siga cocinando con el calor residual y se seque. Ponla en un recipiente, cubierta por la salsa y métela en la nevera. Espera a que esté fría para consumirla.
Como ocurre con todos los escabechados, estará mucho más rica al día siguiente.